El 28 de octubre de 2016 se realizó en Asunción, Paraguay, el V Simposio Internacional del Centro de Estudios Humanistas, “La revolución humana necesaria”. La educadora peruana, Jaqueline Mera (*), expuso sobre el marco teórico, metodológico y modo de implementación de la Corriente Pedagógica Humanista Universalista, COPEHU, en las escuelas públicas de Lima.
Muy buenas noches a todos los presentes. Desde quienes integramos la Corriente Pedagógica Humanista Universalista – internacional, saludamos este Simposio y agradecemos la invitación y la oportunidad de compartir nuestra propuesta.
Hablar de la revolución humana necesaria, en estos tiempos, es devolverle al ser humano su sitial como valor y preocupación central, es mirarlo desde su esencia, su profundidad, su intencionalidad, es decir su posibilidad de transformarse y de humanizar la tierra. Es rebelarse ante los determinismos y la violencia. Es posar la mirada en uno y escuchar esa voz interna que clama expresarse y que no admite imposibles. Es perder el miedo al fracaso y acrecentar la fe interna, en que lo imposible solo tarda un poco más y es como nos decía Silo, el intento que vale la pena vivir. En estos actos de revolución, la Copehu, propone construir un nuevo paradigma educativo en dirección humanizadora.
La Copehu es un movimiento pedagógico que se inspira y fundamenta su teoría y práctica principalmente en el pensamiento del Humanismo Universalista de Silo (Mario Rodríguez Cobos) portador de una nueva concepción del ser humano y la conciencia, así como de su Mensaje espiritual, además recoge los aportes progresivos de Vygotsky, Freyre, Maturana, y de las neurociencias, la fenomenología y el existencialismo, entre otros.
Este movimiento internacional trabaja para la construcción de un nuevo paradigma educativo y como tal parte de una visión del mundo, del ser humano, su conciencia y su función social, teniendo como concepto fundamental El Aprendizaje Intencional[1], “en el que se concibe a la conciencia humana como activa, abierta al mundo para transformarlo, en permanente búsqueda intencional; siempre con un interés. En el mismo sentido, consideramos que cada ser humano llega al mundo con una misión, irrepetible e intransferible, en dirección humanizadora. Por tanto, es función de la educación, como parte de la sociedad que lo acoge, ayudarlo en su realización”.
Desde nuestra visión “la Educación Humanizadora es entendida como una concepción habilitadora de las nuevas generaciones en el ejercicio de una visión plural y activa de la realidad; de manera que su mirada tenga en cuenta al mundo no como una supuesta realidad objetiva, sino como el medio en el cual aplica el ser humano su acción, transformándolo y humanizándolo. Una educación que considera de gran relevancia la experiencia espiritual, el contacto con los propios registros del pensar coherente, el desenvolvimiento emotivo que habilite el contacto consigo mismo y con el otro, mediante la representación y las diferentes formas de expresión (física, verbal, emotiva, artísticas, etc.). Así como un compromiso por la cultura de la No-Violencia, poniendo de manifiesto que en el actual momento histórico la violencia ya no es admisible como modo de convivencia, resolución de conflictos o logro de objetivos.”[2]
La Copehu propone una metodología Experiencial, es decir que todo aprendizaje guarda relación con lo vivenciado y con el acto de volver sobre lo aprendido –sobre lo vivido- siendo consciente del fenómeno. Para ello se habilita ámbitos y se generan condiciones. Estas son físicas y mentales.
Estos dos puntos no son menores para que se produzca el fenómeno del aprendizaje, es decir la experiencia, por ello es de gran importancia atenderlos.
Desde el punto de vista físico Trabajamos especialmente en espacios luminosos, libres de estímulo y mobiliario, y con diversos laboratorios con acceso a las Tics.
Desde el punto de vista de los intangibles (mentales), proponemos construir un ámbito donde se apliquen transversalmente las 5 llaves del aprendizaje, ¿qué son estas llaves? Parafraseando a Aguilar y Bize[3], son llaves por cuanto nos permiten abrir puertas, entrar en ciertos “lugares” del psiquismo, pasar de un espacio mental a otro, operando estas “llaves” como facilitadores para que “lo nuevo” ocupe su espacio en la persona y se “constituya” en su interior, se internalice. Tenemos a la primera llave que es Aprendizaje y atención, donde se pone gran énfasis en la habilitación de una atención distensa; Aprendizaje y buen humor, vemos el acto educativo como un espacio lúdico donde el error no tiene carga negativa; Aprendizaje y afectividad, donde la emocionalidad que predomine al ser grabada en memoria facilitará o no el aprendizaje, por ello se aspira a conectar afectivamente en las relaciones; Aprendizaje y ambiente, referida a la atmósfera que se construye, es la complicidad con la que nos relacionamos; Aprendizaje y diálogo generacional, el ámbito educativo es el espacio de encuentro de generaciones: niños, jóvenes, adultos, por ende es propicio restablecer el diálogo muchas veces perdido, donde la mirada es de valoración y complementación y no de degradación.
En estas condiciones mentales juega un papel protagónico la
Experiencia interna
Cuando entramos al ámbito de aprendizaje, nos proponemos “estar en lo que estamos” intencionalmente, por ello, trabajamos desde el encaje, desde el interés, desde la intencionalidad – uno decide cómo estar-. Nos interesa que internamente podamos disponernos a registrarnos y a registrar a los otros…para entrar en esta frecuencia de un modo más profundo, iniciamos los encuentros tomando contacto con nuestra interioridad, nos apoyamos en las herramientas que nos propone el Mensaje de Silo por tener las características de libre interpretación y ser universalista ya que a través de dichas experiencias se crea un ámbito interno donde cada uno – creyente o no- , puede completarla con sus creencias o contenidos, llevándonos a tener registros, experiencias, como por ejemplo: de suave alegría, de paz, de compasión, de mayor atención y conciencia de sí, de sentido trascendente y profundo de la vida, etc. Estos registros se van grabando en el intracuerpo o cenestesia, instalando un nuevo modo de ser y relacionarnos con los otros y a su vez de interpretar el mundo.
Rol del educador
Es preciso esclarecernos que el educador cumple la función de facilitador, acompañante o guía; dando el rol protagónico a los niños y jóvenes; a su vez, el educador al encontrarse cualificado en la experiencia de la propuesta, se convierte en referente (ejemplo ante los otros de coherencia)- propiciando también de este modo el aprendizaje intencional.
Asegurada dichas condiciones físicas y mentales se propone el trabajo en bloques y en grupos multigrado según las etapas de aprendizaje.
Bloque de Psicofísica
Se trabaja con dispositivos lúdicos que facilitan la descarga motriz, la grabación de la atención distensa, el trabajo con la respiración como vía de relajación, la apertura emotiva, etc. En otros términos, la movilización y armonización de los centros de repuesta del psiquismo humano: vegetativo, motriz, emotivo e intelectual.
Bloque de Experiencia interna
Acercamiento en el contacto con uno mismo y con el otro en la profundidad de la conciencia, a través de herramientas como el pedido, la experiencia de paz (esfera), el guía interno, el agradecimiento.
Bloque de Autoaprendizaje
Espacio donde se despliega la intencionalidad en un grado mayor, se despierta el interés, el gusto por investigar y aprender, donde el error no tiene carga negativa, a través de diversos recursos y soportes: vídeos, internet, libros, audiovisuales, etc. Al haber grupos diversos, tanto en edad como en características, la autorregulación y la complementación juegan un rol importante, aspectos que se habilitan en los bloques anteriores. Es en este bloque que se destina el espacio para aprender y profundizar en las diversas materias curriculares, donde los niños y/o jóvenes deciden qué aprender ante una gama de propuestas.
Modos de implementación en la escuela pública
Integral: se aplica toda la propuesta Copehu, en tiempos, formas y condiciones.
Tutoría: se trabaja a modo de curso sobre temas de desarrollo humano, poniendo énfasis en determinado bloques y temas según la necesidad del conjunto y los tiempos. Las condiciones físicas y mentales se mantienen, solo cambia los tiempos y modalidad.
Transversal: los educadores al estar cualificados incorporan las herramientas en sus clases tradicionales, por experiencia y necesidad – y al hacerlas dan paso a la innovación- tomando como referencia la necesidad del conjunto. Por ejemplo, realizan un pedido al empezar la clase para entonarse si es que están con los ánimos bajos; un ejercicio de distensión si hay presión o estrés, un juego para conectar emocionalmente y con la atención distensa, si es que hay mucha dispersión y ruido, y por su puesto de forma permanente la aplicación de las 5 llaves del aprendizaje.
Para cualquiera de estas tres formas de implementación se realiza un
Programa de formación docente
Donde se trabaja con la teoría y práctica del Aprendizaje Intencional, en modalidad de sesiones experienciales. Así como con los niños y jóvenes, los educadores tienen espacios para el trabajo con los centros de respuesta a través de lo lúdico, el contacto con la experiencia interna y el estudio e intercambio teórico y práctico. Para ello la experiencia, es la clave para profundizar, comprender y poder implementar la propuesta.
Este punto debe de estar bien comprendido: un dato cognitivo se puede “dar y recibir” (ej.: 2+2? ¡Cuatro! ¡Bien!).
Pero la experiencia de todo lo mencionado anteriormente, es parte de un proceso de profundización y requiere de un emplazamiento distinto de parte del educador, así como la disposición a entrar a otro ámbito mental.
Dentro de este proceso de implementación, tenemos a
La comunidad del aprendizaje intencional
Una de las claves de nuestra pedagogía es la construcción de los ámbitos, la comunidad cumple la función de vincular a los padres, docentes, personal administrativo, etc. en un espacio de convergencia entre educadores, destinado a profundizar en la propuesta (experiencias internas) de forma colectiva, donde se propicia la reflexión permanente con el objetivo de acompañar el proceso que viven las nuevas generaciones, posibilitando y motorizando la acción más allá de sus influencias inmediatas. Este ámbito es clave para sostener la propuesta, ya que sin él no se puede cotejar la acción y decidir intencionalmente qué construir como comunidad educativa, como sociedad.
Por todo lo expuesto, quienes llevamos estas experiencias transformadoras y revolucionarias, nos inspiramos en ese ser humano del futuro. Nos sentimos llamados y movilizados a cumplir con nuestro propósito mayor: Aportar a la revolución humana necesaria. Aportar a la construcción de la gran Nación Humana Universal que está naciendo.
Muchas gracias.
(*) Licenciada en educación por la Universidad de la Amazonia Peruana, con estudios en psicopedagogía y neuroeducación. Desde el 2010 forma parte de una comunidad del Mensaje de Silo donde profundiza en la Experiencia Interna. Es miembro del equipo impulsor de la Corriente Pedagógica Humanista Universalista en Perú, con quienes viene desarrollando desde el 2013 una investigación sobre el Aprendizaje Intencional en las escuelas públicas.
https://www.facebook.com/CopehuPeru/
[1] Aportes para una teoría y práctica del aprendizaje intencional -en un contexto latinoamericano (A. Novotny, M. E. Pirolo, R. De Angelis, H. Novotny. Parques de Estudio y Reflexión “Carcarañá”, Santa Fe, Argentina y Parque de Estudio y Reflexión “Caucaia”, Caucaia, Brasil. http://goo.gl/cBNhWi)
[2] Véase www.copehu.org
[3] Pedagogía de la intencionalidad: Educando para una conciencia activa. Mario Aguilar y Rebeca Bize, Ed. Homo Sapiens, Rosario 2011, pp.140-159.