- La COP22 concluye en Marruecos sin consenso ni avances útiles para la puesta en marcha del Acuerdo de París.
- La financiación de los fondos para afrontar el cambio climático sigue pendiente de definición y las medidas urgentes se aplazan más allá de 2018.
- Las organizaciones sociales y ecologistas reclaman justicia climática.
La decisión final de la Cumbre de Marrakech, aprobada en el último plenario, confirma que los gobiernos están dilatando la acción climática y aplazando el diseño de las herramientas necesarias para pasar a la acción.
Tras la aprobación del Acuerdo de París, en esta cumbre los países debían aumentar su ambición para presentar en 2018 nuevos compromisos que se ajustaran a limitar la temperatura global por debajo de los 2º.
Pero la incapacidad de llegar a un consenso en la COP 22 confirma que esto sucederá como pronto en 2020. En este contexto, Ecologistas en Acción plantea la necesidad de concretar los siguientes instrumentos:
- En esta cumbre ni tan siquiera ha habido acuerdo para el Fondo de Adaptación, que queda de nuevo indefinido y en suspenso a la espera de las próximas negociaciones. La próxima cita será la cumbre entre sesiones de Bonn, prevista para febrero de 2017.
- El Fondo Verde para el Clima no tiene todavía la financiación necesaria. Gran parte de sus presupuestos se incluyen en los fondos para la cooperación internacional de los distintos países. Esto significa que habrá partidas de cooperación que desaparecerán. En este sentido, es fundamental crear un mecanismo transparente de control ciudadano que regule el fondo. Al menos el 50% de este fondo debería destinarse a proyectos y estrategias centradas en el respeto a las comunidades y los ecosistemas.
- El fondo para pérdidas y daños se puede convertir en un producto financiero especulativo. Durante la Cumbre de Marrakech se ha analizado el informe del Mecanismo de Varsovia, cuya misión era abordar las pérdidas y los daños que se producirán en el planeta, como la desaparición de pequeñas islas o el aumento de desiertos. Pero la problemática se ha abordado en clave de producto bancario. Queda patente que el interés del Banco Mundial, posible gestor de este fondo, y otras entidades financieras es aumentar ganancias a costa de los países empobrecidos y de las tragedias humanas.
- Los mecanismos de compensación deberían ser eliminados porque que evitan abordar el fin de los combustibles fósiles. Pero la COP22 ha seguido desarrollando este tipo de mecanismos que convierten a los bosques y a la agricultura en monedas de cambio para contabilizar menos emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Esto pone en riesgo la seguridad alimentaria y los ecosistemas.
Por su parte, el Gobierno español y sus representantes en la COP22 han reafirmado un compromiso en la lucha contra el cambio climático que no se concreta todavía en ningún plan. La representación española tampoco ha ofrecido explicaciones coherentes sobre el aumento de las emisiones GEI publicado en agosto pasado. El único paso ha sido el de iniciar el proceso de ratificación del Acuerdo de París que las organizaciones sociales y ecologistas llevan pidiendo desde hace un año.
Una declaración de Marrakech alternativa
La falta de consenso en la COP22 demuestra también que la respuesta efectiva no vendrá de las partes negociadoras (gobiernos y organismos internacionales), si no de la sociedad civil organizada.
La cumbre alternativa, que ha reunido en la Universidad Cadi Ayyad de Marrakech a distintas organizaciones que luchan por la justicia climática (Demand Climate Justice Network entre el 14 y el 17 de noviembre, ha presentado una Declaración de Marrakech diferente a la emitida por Mohamed VI).
Ecologistas en Acción se hace eco de este documento autónomo que recoge las demandas de la sociedad civil y señala que las negociaciones climáticas oficiales no abordan las medidas necesarias. Por ello, es prioritario consolidar el movimiento por la justicia climática.
De no cerrarse la brecha entre los compromisos formales y las acciones realmente necesarias en materia de cambio climático, estaremos condenando a la humanidad y al planeta a un aumento de más de 3º de temperatura, y a efectos tan devastadores como huracanes, tsunamis, sequías y lluvias torrenciales.
Hasta el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha reconocido en la COP22 que «cada día es más urgente poner en marcha el Acuerdo de París».
Ecologistas en Acción seguirá luchando por no superar el 1,5º en este siglo, impedir nuevos proyectos fósiles en España y expulsar a los lobbies de presión petrolera de los procesos de toma de decisiones climáticas.
Cada año se impone una huída hacia delante del modelo fósil a través de falsas soluciones tecnológicas, como la captura y el almacenamiento de carbono o la energía nuclear. Estas formas de producción energética también aceleran el cambio climático, por lo que no pueden ser de ninguna forma parte de la solución.
La única manera de frenar el cambio climático es mantener el 80% de los combustibles fósiles bajo tierra y desarrollar lo antes posible una economía baja en carbono que reduzca la desigualdad y contribuya a una sociedad ecologista, feminista y democrática, acorde con los límites planetarios.