Por Emergente
Kevin Molina, Kiki Lezcano, Luisito, Facundo Rivera Alegre, Luciano Arruga, Mariano Witis, Ezequiel Villanueva Moya, @Iván Navarro y la lista parece no parar jamás, ¿cuántos pibes van a seguir siendo torturados, desaparecidos o asesinados por las fuerzas de inseguridad? ¿Cuántos pibes más, víctimas de la violencia institucional?
En la televisión todos los días escuchamos hablar de la inseguridad, nos llenan de mierda el cerebro para llenarnos de miedo el alma y que pensemos que la persona que nos pasa por al lado no es una persona de igual a igual.
En los grandes diarios también están muy preocupados por este tema de la inseguridad, sobre todo si los barrios afectados son aquellos donde por no poder comprar dólares salieron a cacerolear.
Pero a esa televisón y a esos diarios nunca se los ve en los barrios populares para testimoniar que, por la ausencia del Estado, a veces para llegar a la escuela o a trabajar hay que atravesar los pasillos entre la mierda por la falta de instalación cloacal. Tampoco se los ve denunciando que por la misma falta de urbanización, una chispa puede provocar un incendio que prenda fuego una casa y haga que otra familia se quede sin techo. Mucho menos se los ve a estos mercenarios de la comunicación publicando todos los abusos que sufren los pibes cada día, por el sólo hecho de vivir donde viven, de andar como quieren andar, de llevar la gorra que quieren llevar, de ir en la moto que pueden manejar. No, de esta inseguridad algunos medios parecen no querer hablar, y se convierten en los artífices de la invisibilidad.
Así que hubo que gritar muy fuerte para que estos nombres empiecen a sonar y resonar, para que la justicia se mueva también por los pobres, para que alguien los defienda de las propias fuerzas que de ello se tendrían que ocupar. Porque contra toda zona liberada y contra toda bala, contra todo abuso y contra toda desaparición, hay un montón de familias y de luchadores militantes que no se comen la voz. Son millones de gargantas que te cantan la posta de la situación: ¿Dónde mierda está Patricia Bullrich a diez días de las torturas a Ezequiel e Iván?
Porque la misma Ministra de Seguridad que a principio de año condecoró a los oficiales que reprimieron una murga de niñxs en Bajo Flores, es la misma que fue la gran ausente en la conferencia que hoy brindaron La Garganta Poderosa y referentes de derechos humanos en la 21-24. Todos los pibes todos fueron recordados en la mesa, Iván lo pudo expresar: “Agradezco a todos los que se acercaron, a las abuelas y a los familiares de pibes desaparecidos, yo tengo la suerte de poderla contar, pero no puedo imaginar cómo sería para mi familia si yo no estuviera acá”.
Siete prefectos fueron los que el pasado 24 de septiembre torturaron a los dos pibes de La Garganta Poderosa, y los amenazaron: Los vamos a matar, si total nadie los va a reclamar, empiecen a correr, el que corre más lento es el que se va. Pero estos representantes de las fuerzas de inseguridad se olvidaron que hay un pueblo con una consigna de la que ya no se puede olvidar: Nunca más.
Como dijo Nacho, referente de La Poderosa, al leer el comunicado en el que se informaba que los siete torturadores fueron removidos de sus cargos: este fue un logro de la lucha colectiva, de los huevos de Ezequiel y de los huevos de Iván.
Las luchas populares de los derechos humanos son un faro donde ubicarse, un espejo para mirarse, un ADN de nuestras batallas, de nuestra esencia, un modo de encontrarnos. Lxs pibes memoria viva y vida que nos late, que se mueve y que nos hace mejores personas. Ni un pibe menos, señores jueces y señores medios, ni un pibe menos nunca más.