Estas elecciones municipales se han desarrollado en un momento clave en nuestro país, en medio de una profunda crisis de legitimidad de la política transicional, que se ha reflejado en los elevados niveles de abstención.
Valparaíso es una comuna afectada por un sistemático abandono, agravado por el manejo hecho desde la municipalidad, marcado por el clientelismo, la ineficiencia y la corrupción.
No muy diferente, por desgracia, a otros municipios de nuestra patria. Lo que en estas elecciones ha marcado la diferencia respecto al resto del país ha sido el proceso de empoderamiento popular impulsado por las Primarias Ciudadanas, en base a la más amplia participación tanto en la elección del candidato a la alcaldía como en la elaboración del programa de cambio, que consiguió inundar de esperanza y comprometer a miles de porteños y porteñas con la batalla por un Valparaíso diferente, hasta conseguir instalar a su representante, Jorge Sharp, en la alcaldía.
Estamos seguros, porque hemos sido parte de este esfuerzo, de que es imprescindible que este ejercicio de unidad popular y ciudadana, de transversalidad, de amplitud, de democracia, de ilusión, debe replicarse en todo el país para expulsar de todos y cada uno de los espacios de representación a los operadores políticos de esa minoría que se beneficia de la exclusión, del endeudamiento, del empobrecimiento, de la falta de derechos sociales del pueblo de Chile.
Hoy, con la amplia victoria alcanzada en el puerto principal se marca un potente hecho político, que nos entrega una gran responsabilidad a las fuerzas emergentes que estamos trabajando por un nuevo país. El movimiento político y social gestado en Valparaíso constituye un gran paso en la construcción de la fuerza nacional que va a construir un Chile digno y soberano.
CON LAS MANOS LIMPIAS, A RECUPERAR CHILE
Izquierda Libertaria