Sarvodaya, una economía al servicio de todos, es un libro escrito por María Gabriela Calderaro, publicado por el Centro Gandhi.
Hablando de economía en el mundo actual es un negocio peligroso. María Gabriela Calderaro, del Centro Internacional por la No Violencia Mahatma Gandhi, de Monteleone di Puglia, activista y estudiosa de la filosofía no violenta, editora de «Quaderni Satyagraha», lo hace con mucha pertinencia, y al final de un largo y complejo trabajo de estudio.
En general, no es fácil encontrar en la historia de la economía de los últimos 50 años, muchas contribuciones que apunten a una economía diferente. En particular, es difícil encontrar análisis que van más allá de la simple crítica a la economía existente para hacer frente al problema de la propuesta de una diferente, basada en otros valores.
Sarvodaya es el término utilizado por Gandhi y Vinoba Bhave para indicar una economía que tiene como objetivo no la acumulación de riqueza personal, sino el bienestar de todos, sin excepción. Esta idea precursora del bien común me parece uno de los elementos por los que el análisis económico de Gandhi debe ser al menos considerado. También son evidentes las referencias a las ideas recogidas por diversas críticas al actual crecimiento sin límites y, en su lugar, se refieren, aunque con diferentes enfoques, a la idea de la sencillez, la frugalidad, el trabajo común, el pensamiento colectivo.
El libro de Calderaro explica, gracia también a una detallada y útil biografía de Gandhi, con la que inicia el libro, no sólo la génesis de la propuesta, sino también su posterior aplicación, de acuerdo al querido concepto de Mahatma, que es necesario ser la transformación que se desea obtener.
Frente a la crisis actual del sistema mundial, una crisis no sólo económica, sino también social y ética, se ha vuelto cada vez más necesario prestar atención a la búsqueda de alternativas al sistema económico dominante. Gandhi fue el primer político que introdujo la no violencia en la economía. Su pensamiento es de gran actualidad en la búsqueda de maneras de salir de un desastre ecológico, del aumento de la pobreza de las masas y por de la escalada de la guerra, dice el libro en la introducción.
El encuentro con las ideas de John Ruskin, da el impulso para experimentar una nueva economía en consonancia con las ideas y las luchas que Gandhi estaba llevando a cabo en ese momento.
Aquí hay otra característica positiva de la gran revolución no violenta: la capacidad de ser influenciado positivamente por todo lo nuevo que se va moviendo en la sociedad de su tiempo, así como ser capaz de rescatar lo mejor de la tradición espiritual de su país. ¿Aquello que había sucedido con los escritos anarco cristianos de Lev Tolstoji ocurre con el pensamiento de Ruskin. Gandhi fue un hombre de grandes iluminaciones y grandes pasiones éticas y sociales.
En esta perspectiva, Calderaro dedica un capítulo entero a una nueva comparación entre Gandhi y Rousseau, mientras se adentra cada vez más en una comparación entre la teoría y la propuesta de Gandhi y las diversas economías, capitalista y marxista, que recibieron toda la atención durante el siglo XX.
En resumen, el libro ofrece una interesante reconstrucción de la vida y obra de Mahatma desde el punto de vista de uno de los aspectos menos conocidos de su pensamiento, el económico. Una vez más podemos apreciar a un hombre completo, con una doctrina política y social coherente y absolutamente precursora de los tiempos modernos. Un libro de gran utilidad cuando se habla de la economía desde el punto de vista de la no violencia. Es útil para dar vuelta a una de las figuras importantes en la historia de la No Violencia, a la altura y profundidad que merece.