El Foro Italiano de los Movimientos por el Agua publicó su versión final (disponible para su descarga en el siguiente enlace en italiano y en Inglés) del documento «CETA y Agua», elaborado por la Red Europea para el Agua y Alimentación y Agua Europa.
El objetivo es proporcionar una herramienta a los activistas europeos para la próxima aprobación del tratado CETA por el Parlamento Europeo, prevista para este otoño, mientras que el próximo año los parlamentos nacionales deberán votar por su ratificación.
Es importante tener en cuenta que, si bien en el curso de las negociaciones, Europa siempre ha mantenido que el agua habría sido excluida por el Tratado, la lectura final de este último deja muchas preguntas abiertas. Por ejemplo, el art. 1.9 establece que «el agua en su estado natural… no es un bien o producto y por lo tanto… no está sujeto a los términos de este acuerdo», pero casi siempre el agua se extrae de su entorno natural para ser utilizado, y por lo tanto, como bien o producto, puede estar sujeto a las disposiciones de la CETA.
CETA también prevé un mecanismo de cooperación regulatoria. Esto, en la práctica, significa que «las empresas multinacionales pueden dar una opinión negativa sobre cualquier legislación de reforma progresiva que podría tener un impacto en sus intereses», para traer un Estado ante un tribunal privado (arbitraje) con el riesgo de «bloquear la discusión y la adopción de leyes y medidas de interés general sobre los servicios públicos, eliminar los derechos humanos y los derechos sobre el agua, e incluso debilitar la legislación vigente».
Un ejemplo: En varias ocasiones, Argentina demandó a empresas privadas intentando traer de vuelta los servicios de agua en manos públicas, y perdió varias causas, entre otros, tuvo que pagar 105 millones de dólares a Veolia (antes Vivendi), y 165 millones de dólares a una subsidiaria de Enron. Un caso similar ocurrió en Estonia con respecto a los servicios de agua; pero a nivel internacional hay muchos ejemplos de multinacionales que han arrastrado a estados ante un tribunal (privado) para demandar, y a menudo conseguir, grandes sumas de dinero en compensación por su pérdida de ingresos, en detrimento del bien común.
Agradecemos por el valioso trabajo y apoyamos al Movimiento Europeo por el Agua y Alimentos, y a Agua Europa en la lucha contra la privatización y la comercialización de este bien vital y contra las grandes empresas que ponen las ganancias por encima de las personas.