Y los grandes medios de comunicación se callan con un silencio cómplice
Hemos recibido con alegría y tristeza la votación favorable de Naciones Unidas para convocar el próximo año una conferencia con el objetivo de acordar un tratado por la prohibición de las armas nucleares.
Los resultados han sido 123 naciones a favor de la resolución, 38 en contra y 16 abstenciones. Otro elemento positivo es que China, India, y Pakistán se han abstenido e Irán ha votado a favor. El resultado lo celebramos, como no puede ser de otro modo.
Pero los miembros de la OTAN, entre los cuales se encuentra España, han votado NO.
¿Qué razones puede tener el gobierno español para defender esta postura cuando hace la publicidad que hace?
Creemos que se debe a que en este tema, como en otros, antepone la fidelidad que debería mostrar hacia la población española (robándole algo que le pertenece, como el fondo de las pensiones públicas, al tiempo que deja de velar por su seguridad al insistir en la defensa de las armas nucleares), para ser fiel a quienes (OTAN con Estados Unidos a la cabeza) invaden países dejando muerte y desolación sin límites (Siria, Yemen, Libia, Irak…), o a los intereses de grandes capitales, incluidos bancos –alguno de los cuales fue rescatado con dinero público, o siendo el brazo ejecutor de unos y otros a la vez, dado que se trata de los mismos intereses.
Pero esta fidelidad a los poderosos sin escrúpulos no sólo es como defensa inmoral de una minoría privilegiada y violenta, es por puro servilismo.
Es histórico que cuando España está gobernada por los Aznar o sus descendientes (aunque sea con el apoyo de los “socialistas”, defensores por cierto de los mismos intereses), las posiciones de este país llegan a límites como lo que ocurrió ayer: que la representación española ante Naciones Unidas vote en contra de abrir una conferencia para eliminar las armas nucleares. Algo a lo que la mayoría de los países se ha sumado, comprendiendo –esperamos- el peligro real en el vive en este momento la humanidad entera.
Cuando estos “gobernantes” no quieren dejar de “salir en la foto” con los poderosos, no sólo demuestran su baja talla moral porque lo priorizan antes que el bienestar de la gran mayoría de la población, a la que dicen representar, sino que evidencian sufrir una ceguera grave por falta de visión de futuro, un futuro que será tal si nos dirigimos hacia un desarme progresivo, empezando por la prohibición del armamento nuclear, cuyas consecuencias todos conocemos.
Es algo de sentido común por el peligro en el que vivimos y porque si todos esos recursos fueran destinados a comida, vivienda, educación o sanidad… mejoraría ostensiblemente las condiciones de vida de la población de todo el mundo, como así lo han entendido gobernantes de 123 países.
Y, mientras esto ocurre, los grandes medios de comunicación españoles e internacionales callan en un silencio cómplice que los delata.
Es el momento de que los movimientos sociales unidos sigan reclamando o vuelvan a exigir lo que es de sentido común, y que puede asegurar un futuro abierto para la humanidad.