La decisión del Consejo Nacional Electoral de suspender, siguiendo las decisiones jurídicas de varios Tribunales Regionales de Justicia, el proceso de recolección del 20% de manifestaciones de voluntad para una posible activación del referendo revocatorio que estaba en curso, ha causado una explicable frustración en muchos ciudadanos que veían en el mismo una salida constitucional a la crisis política. Otros venezolanos han manifestado, frente a éste hecho, su legítimo respaldo al gobierno y su proyecto de cambio. El resultado de éstas diferencias no puede ser, en ningún caso, el aumento de la polarización y mucho menos, el regreso de la violencia a las calles. Al contrario, hoy más que nunca, tiene sentido el llamado a todos los venezolanos para buscar, a través del diálogo, la solución de las diferencias que hoy los tienen enfrentados, como lo han entendido dentro de la iniciativa de UNASUR, los representantes del Gobierno y la oposición en el día de hoy, al convocar la primera reunión plenaria del diálogo el próximo 30 de octubre de 2016.
Agradezco, en nombre de UNASUR, la tarea que han venido cumpliendo en la búsqueda difícil y compleja de este espacio los ex presidentes Leonel Fernández, José Luis Rodríguez Zapatero y Martin Torrijos y doy la bienvenida al Nuncio Emil Paul Tscherring, enviado especial del Papá Francisco quien se integró desde el pasado fin de semana a este equipo de buena voluntad cuyo propósito es sembrar la paz en Venezuela. Agradezco también el respaldo que ha recibido éste empeño por parte del Secretario General de las Naciones Unidas, la Unión Europea, el Vaticano, entre otros y, por supuesto, el de los Cancilleres de UNASUR que abrieron las puertas para estas gestiones desde febrero del 2014 .
En los meses que llevamos trabajando en la construcción de éste escenario de conciliación, se han obtenido resultados importantes como la generación de espacios de confianza entre los actores políticos y la selección de temas que podrían ser parte de la Agenda de esta Mesa como la Comisión de Verdad y Justicia propuesta por el Presidente de la República, la discusión, inaplazable a la luz de los últimos acontecimientos, sobre el funcionamiento constitucional de poderes, la necesidad de acordar una agenda electoral y adoptar de forma inmediata importantes medidas económicas de alivio social . También, la creación de una Comisión de Garantías que hemos propuesto para buscar soluciones institucionales y permanentes de los casos que puedan afectar el libre ejercicio del debate democrático.
Porque sabemos que el diálogo es el camino que producirá mayores beneficios políticos con menores costos sociales y en menor tiempo, insistimos en él para superar los problemas que aquejan hoy a Venezuela. En UNASUR somos conscientes de que las crisis políticas no se resuelven con menos sino con más democracia y que la legalidad debe ir siempre de la mano de la legitimidad.
Quiero terminar esta declaración haciendo una evocación de lo que hoy está aconteciendo en Colombia, mi país. Después de cincuenta años de enfrentamiento armado y 280.000 víctimas mortales estamos asomándonos a la paz. El proceso de diálogo y negociación en la Habana no ha sido fácil. Ha demandado dosis ingentes de perdón y tolerancia frente al dolor del pasado y las ansias de venganza del futuro. Porque conozco la vocación pacifista de los venezolanos pienso que tambièn ellos, sin renunciar a sus pretensiones de cambio, pueden recorrer su propio camino de reconciliación. Para hacerlo, contaràn con nosotros.