Los conflictos territoriales entre terratenientes, el Estado provincial y las comunidades mapuche “siempre es un tema central desde la creación del Estado argentino, algunas veces tiene tiempos más tranquilos y otras veces más álgidos, pero es un conflicto que no termina, ni terminará en tanto el Estado no genere condiciones reales de diálogo y definiciones políticas”, afirmó Maiten Cañicul, kona wiliche (joven mapuche del sur). En los últimos días desde el Lof Linares comunicaron que luego de tres semanas no hay respuesta a la nota presentada al Ministro de Seguridad, Trabajo y Ambiente, Jorge Lara.
A principios del mes de octubre, el capataz y el administrador de la estancia “Los Remolinos SRL”,intentaron ingresar a la comunidad (ubicada a unos 65 kilómetros de Junín de los Andes) para alambrar los “límites” y arrancaron una tranquera de los caminos internos del lugar. La nota presentada al ministro Lara, exige la responsabilidad sobre los hechos ocurridos y además piden que se cumpla con la ley de relevamiento territorial que realizaron las comunidades, aunque no todas.
El Lof Linares, fue la primera comunidad de la zona sur del Neuquén en presentar el relevamiento. “Sin embargo, todo el trabajo que realizamos está trabado de manera burocrática y a propósito por las nuevas gestiones del Estado nacional y provincial, dejándonos a las comunidades en el medio de su falta de responsabilidad, de claridad política y de su complicidad con los estancieros por intereses políticos y económicos”, denunciaron en el comunicado. “La propiedad de Los Remolinos SRL, viene intentando avanzar sobre el territorio comunitario alambrando nuestros territorios de invernada y veranada,utilizando nuestros caminos comunitarios, intentando sobornarnos y mandando punteros del MPN a operar mediante llamadas e invitaciones a reuniones a domicilios particulares a quienes pertenecemos a la comisión directiva”, aseguraron desde la comunidad.
Ante la situación relatada, exigen la “urgente firma y devolución de las carpetas de relevamiento a nuestra comunidad y a todas las comunidades de la provincia ya relevadas” (la firma del convenio que permite dar continuidad al relevamiento territorial de las comunidades), responsabilidad política del gobierno provinciale e investigación a quienes “compran” la tierra rural y avanzan sobre los territorios comunitarios.
“La clave de este conflicto, es la definición política de los Estados, que por un lado fingen un diálogo, un reconocimiento, pero que al momento de concretar las políticas públicas a las que se comprometieron y de respetar la legislación vigente – en materia de derechos de los pueblos indígenas – elige el silencio”, explicó Cañicul. “El silencio como complicidad que legitima que los terratenientes propios y extranjeros sigan avanzando en el arrebato de la tierra, que en otro tiempo de la historia no les servía pero que hoy alberga riquezas como el agua, el oro, la plata, el cobre, el petróleo”, sintetizó la comunicadora mapuche.
“Por eso kochiko (agua dulce) hoy debe ser resguardada por el pueblo mapuche”, reivindicó Cañicul y agregó “que se respete el trabajo realizado en el marco del relevamiento territorial, tal y como lo plantean las comunidades es clave para poder frenar – de alguna manera – situaciones como las que hoy se viven en el sur del Neuquén, donde a la falta de salud, educación y políticas públicas que fortalecen a los pueblos se suma la amenaza violenta de los terratenientes que violan a su antojo las leyes del Estado Argentino (Ley de tierra rurales)”.
Finalmente, invitaron a “todo el pueblo mapuche, a las comunidades de la zonal Huiliche en particular, a estar alerta y atentos por la situación de amenaza que vive nuestro territorio y los convocamos a hacerse parte de esta lucha acompañándonos en los territorios de Kochiko. Asimismo agradecemos a quienes nos acompañaron y extendemos la convocatoria a las organizaciones compañeras y hermanas a hacerse parte de nuestra lucha en defensa de las redes de la vida (ixofijmongen) que es lo que dejaremos a las generaciones futuras.”