Crónica desde los pagos de Milagro Sala
Texto y Fotos Diego María Gallardo
Milagro Sala es la primera presa política del macrismo y, particularmente, del gobierno de Gerardo Morales en la provincia de Jujuy. La detuvieron por ejercer el derecho a protestar, con una irrisoria acusación de “tumulto”. Desde entonces el Poder Judicial jujeño, aliado de Morales, fue creando causa tras causa para mantenerla en prisión. ¿Por qué? ¿Qué es lo que a la derecha tanto le molesta de La Flaca, como la llaman a Milagro los tupaqueros? En esta crónica, un pantallazo de la enorme obra que Milagro Sala hizo en 15 años desde la agrupación político-social Tupac Amaru, con el poder popular de las cooperativas y de un pueblo organizado.
De la copa de leche a una organización revolucionaria
Hace más de 15 años Milagro Sala le dijo al pueblo jujeño que debían permitirse soñar y no estaba equivocada. Con el diario del lunes y los logros a la vista es inminente la necesidad de apoyar a la organización más revolucionaria de los últimos tiempos en nuestro país. Los nuevos límites son los horizontes del pasado y el miedo atormenta al norte. Un viajecito por aquellos pagos despeina cualquier intento de censura mediática.
Hay quienes dicen que para comprender la realidad hay que vivirla y para contarla hay que embarrarse. A pesar del bombardeo informativo de los medios de comunicación y su afán por adiestrarnos dentro de los cánones propuestos por el sistema capitalista, es necesario levantar la cabeza y respirar un poco de aire fresco.
El norte argentino no sólo convida empanadas, lindos paisajes y hermosas peñas a quien vaya a visitarlo, sino que también expone obras emocionantes y sueños inquebrantables. Jujuy se resume en lucha e igualdad. Milagro Sala, admirada por muchos y odiada por otros, supo interpretar las necesidades de un pueblo marginado a través de la organización y la inclusión social.
Allá no sólo podrás comprar telares y hasta mascar coca, sino que también podrás palpar lo que sienten los jujeños por la Milagro. Ver a los ancianos y jóvenes moquear cuando cuentan las proezas logradas en estos años sí que emociona. Escuchar que tiempo atrás no tenían qué comer y ahora tienen vivienda, trabajo y salud es reconfortante para cualquiera que viva la otra realidad, la realidad de los que accedieron al sistema. Como decía Ernesto Che Guevara: “Sean capaces siempre de sentir, en lo más hondo, cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda del revolucionario”.
“Cuando hay voluntad, hay mil recursos, cuando no hay voluntad, hay mil excusas”, expone una bandera de la Tupac en pleno centro de San Salvador de Jujuy. Pensar que Milagro comenzó con once compañeros y una “copa de leche” en los barrios. Pensar que el nuevo gobierno pretende que compremos el cuento de “la pesada herencia” y si nos distraemos hasta el de la “buena pipa”. Cuántas diferencias podríamos aportar entre ellos y nosotros…, pero será para otras páginas, porque estas son para “la Flaca”.
“Si no existe la organización, las ideas, después del primer momento de impulso, van perdiendo eficacia”, predicaba el Che. Aquí la importancia de la obra de Milagro Sala con la creación de la Tupac Amaru en el año 2001, haciendo uso del nombre del líder inca del siglo XVIII que se rebeló contra los españoles. Para llevar adelante un proyecto genuino es indispensable una estructura que contenga la fuerza de cada integrante.
La Tupac Amaru es la respuesta a los males del neoliberalismo y se forjó en las aguas del kirchnerismo. Cuando el pueblo pedía “que se vayan todos” Milagro Sala con un sueño entre sus brazos recorrió los barrios más desprotegidos y les propuso recuperar la dignidad e igualdad. Algunos la llaman “la Eva del norte”, otros solo “la Flaca”, pero no queda duda que es la mujer que le devolvió la autoestima a los “nadies”, como decía Eduardo Galeano.
La Tupac en tiempos de Cambiemos
Los logros de la organización son inmensos y todo indica que serán infinitos, porque sus integrantes no dudan del camino transitado y de lo que todavía falta. “La Milagro es como una madre y por eso vamos a hacer hasta lo imposible para tenerla de nuevo con nosotros”.
A pesar de que la organización perdió a muchos de sus militantes y afiliados en estos pocos meses, todavía da pelea y espera con ansias un milagro, su Milagro. El año pasado contaba con 20 mil afiliados, hoy sólo con 4 mil. Algunos se fueron por necesidades laborales y familiares, ya que el gobierno de la UCR de Gerardo Morales (de la Alianza Cambiemos, UCR-Pro) no sólo no les cede recursos sino que obliga a las empresas de la provincia a no comerciar con las cooperativas de la Tupac Amaru.
Capítulo aparte es para los referentes que a las espaldas del movimiento decidieron pegar el portazo e irse a la Casa de Gobierno con el líder Pro. La traición de los blancos se hizo realidad cuando a Milagro Sala la privaron ilegalmente de su libertad. Aquellos compañeros y compañeras que se compraron las promesas de Gerardo Morales hoy ya no forman parte de esta organización revolucionaria del norte.
“No armamos pelotones de desocupados sino que formamos conciencia. Por eso trabajamos para que el tiempo que pasa cada uno de los que se acerca a la Tupac sea una inversión y que los hombres y mujeres de nuestra patria puedan realizar su aporte a la reconstrucción de un país. Estamos convencidos que así como el Estado tiene obligaciones con nosotros, nosotros las tenemos con él y cada uno tiene que aportar su grano de arena para seguir reconstruyendo las Argentina”, aseguran en sus cuadernos de lectura los tupaqueros.
Sin embargo, el nuevo gobierno estigmatiza a los líderes populares con un claro objetivo entre sus cejas: el de convencernos que no podíamos vivir como lo hacíamos. La culpa es nuestra, el perdón lo tiene que pedir el trabajador. El antídoto es quitar todo derecho adquirido en los últimos 12 años y devolverle a los grandes traidores de la patria el uso y goce del suelo argentino. Trabajo, educación y salud son sus banderas y aquí surge una tenebrosa coincidencia, ya que el objetivo del nuevo gobierno es despojarle estos conceptos al campo popular y el nuestro es consolidar lo conseguido y profundizarlo hasta llegar a cada rinconcito de la patria.
Imaginemos que volvemos a la niñez y tenemos que debatir en clase de historia lo que sucedió en Argentina entre el 2003 y la actualidad. La profesora invita a tomar partido sobre lo que creemos que es correcto y el rol que debe ocupar cada ciudadano. Sin ánimos de ofender, estemos convencidos que de este lado junto a Néstor y Cristina, junto a Milagro y la Patria Grande nos paramos los “buenos”. Del otro estarán los de siempre, aquellos que nos quitaron la posibilidad de soñar y que hoy vienen por el Estado y por cada uno de nosotros.
Con organización, trabajo y militancia
«Todos los logros que tuvo la organización fueron gracias al apoyo de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner», recitó Milagro Sala antes de ser capturada por el gobierno de Mauricio Macri. Peronista desde su infancia, no dudó ser parte del movimiento kirchnerista cuando el pingüino dijo que “No iba a dejar las convicciones en la puerta de la Rosada”.
La Sede Central de la Tupac ofrece, tanto a afiliados como a cualquier ciudadano, diversas actividades y servicios. Desde un museo que honra las costumbres de los pueblos originarios, una pileta climatizada, y ciclos de charlas y cine, hasta un gimnasio. En frente se ubica el primer establecimiento educativo de gestión social que cuenta con nivel primario, secundario y terciario.
El trabajo social que aporta la organización liderada por Milagro Sala en Jujuy es maravilloso, ya que en materia educativa cuentan con una matrícula superior a los 5.000 alumnos por año que ingresan de forma universal y gratuita. A su vez, con respecto a la salud la Tupac obtuvo un servicio de calidad innegable. Tienen ocho centros en la provincia con equipamientos de última calidad que dejan a los hospitales provinciales en segundo plano.
Un párrafo aparte para sus barrios y sus piletas. Con más de 12 en toda la provincia, lograron opacar el problema existencial de acceso a la vivienda en Jujuy. Algunos compañeros tupaqueros cuentan que no tenían ni baño ni cocina. “No podíamos pensar en una casa propia porque nos preocupábamos cómo hacer para darle de comer a nuestros hijos una vez al día”.
El “cantri” de Alto Comedero, sí el cantri así como se lee, bien argentinizado y nuestro, es el barrio más extenso y conocido de la Tupac. Tomaron esa palabra y la hicieron propia, porque no poder tener un cantri si los empresarios también lo tienen. Allí hay más de 3.000 viviendas y cooperativas para que los habitantes tengan trabajo digno. Piletas, parques, canchas de distintos deportes, centros culturales, comedores, cine y juegos para los niños son algunos de los servicios que tienen las familias.
Antes no tenían agua y ahora tienen piletas, antes comían una sola vez al día y ahora tienen trabajo. Tiempo atrás los “nadies” vivían de la caridad del gobierno de turno y hoy deciden su propio camino en asambleas barriales. Cuántos políticos han pasado pero a partir de un gobierno popular como el de Néstor y Cristina lograron su cometido.
Sin embargo, la matriz histórica no tiene relevos. Cuándo aparece alguien que quiebra los límites del sistema y pone en jaque al modelo neoliberal, las fuerzas represivas del Estado junto a las empresas dueñas de nuestro suelo encienden las sirenas y ejercen sus propias reglas. Al que avanza mas casilleros de los permitidos se lo desacredita o se lo elimina del juego. Por eso, y sólo por eso, Milagro Sala hoy se encuentra tras las rejas. Las conjeturas pueden ser innumerables aunque sepamos que las causas no tienen sustento alguno.
Milagro Sala fue detenida el 16 de enero por una protesta pacífica realizada en la Plaza Belgrano de San Salvador de Jujuy. Se la acusa de instigación al delito y tumulto, asociación ilícita, extorsión y fraude al Estado. En la causa, más allá de algunos testimonios, no hay ninguna prueba ni razón para que siga privada de su libertad.
El Estado en manos de un gobierno de derecha consolida las elites económicas y reprime la conflictividad social y política con el único fin de conservar a sus ciudadanos en sus hogares alimentándose de los medios de comunicación que venden astutamente la mentira. A estos nuevos gobiernos no les importa conservar el poder varios mandatos más, porque con tan sólo cuatro años les alcanza para arrebatarnos todo lo construido y devolverle lo que supimos conseguir a sus viejos amigos.
Triste noticia para algunos, con Milagro no van a poder. La Flaca ha peleado toda su vida. Ella siempre valiente y descarada logró lo que muchos otros han soñado pero no logrado. Supo representar en las adversidades a los que no tenían nada. Ella, tan mujer, tan negra, tan atrevida, tan colla, tan revolucionaria, se multiplicó por todas partes. Aunque secuestren a compañeras y compañeros no lo van a lograr. Ella desde la cárcel sigue preguntando a su Tupac que es lo que quieren y ellos le responden salud, trabajo, educación.