Realizó la entrevista Fabíola Munhoz, de CLADE, con la colaboración de Iraní Acosta, de ALER
Se celebra el reconocimiento de la cuestión de género como un eje transversal de los acuerdos entre el gobierno colombiano y las FARC.
Para Patricia Jaramillo, de la Red de Educación Popular entre Mujeres, un elemento fundamental del acuerdo es el logro de posicionar la reparación de las mujeres víctimas por violencia de género y delitos sexuales ocurridos en el marco del conflicto
Para Blanca Cecilia Gómez, de la Coalición Colombiana por el Derecho a la Educación, esto es solo un paso, ya que los verdaderos resultados no están en el papel, sino que el verdadero reto está en implementar el enfoque de género en los territorios y en la implementación de los acuerdos.
En el marco de la “Semana por la paz”, que en su 29ª edición celebra la divulgación del Acuerdo Final entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP), las organizaciones y movimientos de mujeres, feministas y la comunidad LGBTI del país conmemoran la conclusión de los trabajos de la Subcomisión de Género de la Mesa de Diálogos de La Habana. La creación de esta subcomisión, el 7 de septiembre de 2014, resultó de una petición de dichos movimientos sociales, y representó el reconocimiento del papel de las niñas y mujeres en la construcción del proceso de la paz.
“Esta Subcomisión no sólo da cuenta de la diversidad del movimiento de mujeres y de sus lazos con otras organizaciones y fuerzas, como el movimiento campesino, indígena, afrocolombiano y LGTBI, sino que además busca que dicha diversidad sea reconocida desde una perspectiva afirmativa de la diferencia”, dice el artículo de Blanca Cecilia Gómez, integrante de la Coalición Colombiana por el Derecho a la Educación (CCDE) y del Frente Amplio por la Educación, los Derechos y la Paz [lea aquí el texto completo].
La subcomisión de género, considerada un logro de las organizaciones de mujeres y feministas del país, así como de las mujeres integrantes de las FARC-EP, pretendía incluir la voz de las mujeres y la perspectiva de género en los acuerdos parciales ya adoptados, así como en los demás acuerdos resultados de los diálogos. “Pero esto es solo un paso, ya que los verdaderos resultados no están en el papel, sino que el verdadero reto está en implementar el enfoque de género en los territorios y en la implementación de los acuerdos; y esto se podrá hacer después de que el pueblo colombiano diga SÍ en el Plebiscito que será votado el próximo domingo 2 de octubre de 2016 [plebiscito en que la población colombiana podrá ratificar el acuerdo de paz]”, afirma Gómez en su artículo.
Para también comentar el rol de las niñas y mujeres en la consolidación de la paz en el país, y las innúmeras violaciones de derechos de que han sido objeto durante los más de 30 años de conflicto armado, entrevistamos a Patricia Jaramillo, coordinadora de la Red de Educación Popular entre Mujeres (REPEM). “Además de la importancia de incluir la perspectiva de género en los acuerdos, un elemento clave es que nosotras mujeres tenemos tres puestos en el Consejo Nacional de Paz, como representantes de organizaciones nacionales, para participar en la constitución de políticas que se despleguen desde allí para el post-conflicto. Otro elemento fundamental del acuerdo es que logramos posicionar la reparación de las mujeres víctimas por violencia de género y delitos sexuales ocurridos en el marco del conflicto”.
Jaramillo además comenta la importancia del acuerdo de paz para la realización de los derechos humanos en Colombia, y destaca que la educación juega un papel clave en la construcción de una sociedad más democrática y pacífica. “Las víctimas del conflicto hoy vivas son mujeres, y su mayoría es de zonas rurales. Aquí se configura una serie de violaciones de derechos muy fuerte, y un problema muy grave es la falta de educación, no solo la falta de acceso a la educación formal de calidad, sino a la educación política, para que se pueda garantizar la participación ciudadana de las mujeres en condiciones de igualdad, inclusive en lo que toca a las mujeres que antes formaban parte en las FARC y ahora entregaron sus armas”.