Gabriela Michetti expondrá sobre transparencia en el foro para atraer inversores, tituló el portal Política Argentina.
Si hay algo que sabemos que tiene es transparencia. De padre vidriero, Gabriela Michetti, cuenta con destacadas apariciones mediáticas en la sección de Policiales, por una serie de contradicciones ligadas a la aparición en su caso de dinero en efectivo de dudosa procedencia. Según su declaración provendrían de un delito, según la declaración del gurú de la buena vida y pareja de la vicepresidenta, Juan Tonelli, el dinero forma parte de un delito cometido por él, sin embargo la declaración de la empleada doméstica (delictualmente contratada), asevera que se trata de una seguidilla de delitos o un modus operandi, según la jerga judicial. Su transparencia es tan grande que en una reunión para convencer a los empresarios de Pepsico de invertir en Argentina ella consume y les planta delante de sus caras una lata de la competencia.
La hipocresía o el cretinismo de estos personajes, representantes del empresariado argentino y transnacional, no sería tan grave, sino fueran, además, altos funcionarios del gobierno. Quiero decir, sabemos que muchos empresarios y directores ejecutivos son unos crápulas, chupasangres y vividores, por eso los pueblos votan gobiernos que puedan interceder a favor de ellos y traten de mitigar el daño que pueden producir las ambiciones desmedidas de estos empresarios a las arcas populares.
Que los argentinos hayan decidido dejar en manos de este compendio de arribistas, especuladores y mitómanos las riendas de la patria, demuestra que nos gusta mucho tener siempre algo más de lo que mandarnos la parte.
Era muy habitual en las conversaciones de argentinos en el extranjero comparar lo que pasa en el mundo con “la especialidad argentina”. Siempre nuestros genocidas eran peores, nuestros ladrones más crueles, nuestros políticos más corruptos, nuestros barrabravas más bravos, o hacia el otro lado, nuestros deportistas más ganadores, nuestros músicos más inspirados, nuestros escritores más precisos y así siguiendo. Siempre más. Bueno, el mundo pone el listón tan alto en lo que respecta a gobiernos infradotados que tuvimos que revolver mucho en la basura para poder rescatar al “mejor equipo de los últimos 50 años”.
Un gobierno que en 9 meses ha batido todos los récords negativos en materia de inflación, endeudamiento, desocupación, pérdida de poder adquisitivo, crecimiento de pobres, indigentes y hambrientos. Si a esto le sumamos los tarifazos ordenados por funcionarios, accionistas de las empresas que se benefician con los aumentos, la anulación del reemplazo de importaciones y demás medidas antipopulares, podemos asegurar que si no tuvieran la complicidad de los medios de comunicación, no podrían sobrevivir a sus propios estragos cometidos a consciencia.
Mientras se reúnen en lo que llamaron Mini-Davos en el Centro Cultural “recuperado” durante la última gestión de Cristina Kirchner, con los grandes jerarcas de las transnacionales globales, tanto los ministros, como la cabeza del gobierno, Mauricio Macri han puesto al país al servicio de los negocios foráneos, según sus propias palabras. La generosidad ha sido tanta, que la canciller Malcorra ha firmado con los kelpers (los ocupantes de las Islas Malvinas) un tratado que elimina todas las restricciones argentinas para la explotación de los recursos naturales del Atlántico Sur.
Hemos decidido reírnos de la tragedia, hemos decidido plantarle una sonrisa a lo monstruoso. No tenemos garantizada la victoria, pero si no combatimos la profunda tristeza que imponen los que prometieron la revolución de la alegría, estamos condenados al pesar y el desconsuelo.
Así que siguiendo el consejo de las grandes guías revolucionarias de esta Argentina, estaremos cantando y festejando mientras enfrentamos la ignominia y el antihumanismo.