Cuando Theodore Roosevelt acuñó la expresión “bully pulpit” para expresar que la Casa Blanca era una formidable tribuna de acción política, no imaginó que muchos años después la retórica de campaña de un candidato a la presidencia de su mismo partido podría cambiar radicalmente el sentido de la expresión, haciendo que se tiña de los sentidos más recientes y negativos de la palabra “bullying”. Sin embargo, es lo que parece estar haciendo Donald Trump, a juzgar por el cada vez más irracional y peligroso espiral discursivo de su campaña, a la que bien podría considerarse como una formidable tribuna de intimidación y amenazas. El martes, en Carolina del Norte, Trump dijo acerca de Hillary Clinton y la Segunda Enmienda de la Constitución, que es la que garantiza el derecho a portar armas: “Esencialmente, Hillary quiere abolir la Segunda Enmienda. Y por cierto, si logra designar a los jueces que quiere, no hay nada que puedan hacer, amigos. Aunque los muchachos de la Segunda Enmienda tal vez sí. No sé.”. La sugerencia por parte de Trump de que sus seguidores y defensores de la libre portación de armas podrían asesinar a Hillary Clinton o a los jueces que ella pudiera designar ha provocado indignación, no solo a nivel nacional, sino también alrededor del mundo. Sin embargo, las palabras agresivas y demagógicas de Trump no producen el alejamiento de todos. Si bien cada vez más dirigentes republicanos condenan sus expresiones, aún goza del ferviente apoyo de algunas personalidades en el seno del canal Fox News de Rupert Murdoch y de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés). Esta tríada infame conformada por Trump, Fox y la NRA podría fácilmente provocar violencia política durante esta campaña electoral.
Horas después de efectuar esos comentarios, Trump hizo su primera aparición en el programa “Hannity” de Fox News. En la entrevista, Sean Hannity se adelantó a Trump y compartió su propio razonamiento retorcido para contribuir a mitigar la catástrofe que se profundizaba: “Obviamente, lo que usted está diciendo es que existe un fuerte movimiento político de defensa de la Segunda Enmienda y que si la gente se moviliza y vota se puede impedir que Hillary tenga ese impacto en la Corte Suprema”. Trump coincidió amablemente con esa versión revisionista de su llamado a las armas. Pero la maniobra retórica se desvanece en el aire. Trump no estaba abogando por un movimiento político que impidiera a Hillary Clinton llegar a la presidencia, sino que estaba sugiriendo que “los muchachos de la Segunda Enmienda” podrían tomar medidas si eso sucede, si ella gana las elecciones.
La NRA también salió rápidamente en defensa de Trump y publicó en Twitter: “Donald Trump está en lo cierto. Si Hillary Clinton logra designar a magistrados de la Corte Suprema contrarios a la Segunda Enmienda, no hay nada que podamos hacer”. Mientras iba en aumento la reacción negativa ante los comentarios de Trump, la NRA agregó, anticipándose a la versión de Hannity: “Pero SÍ hay algo que podemos hacer el día de las elecciones: ¡Ir a las urnas y votar por la Segunda Enmienda! Defiendan la Segunda Enmienda. Hillary nunca”. Pocas horas después, la NRA anunció una campaña publicitaria nacional por valor de tres millones de dólares en apoyo a Trump. La campaña incluye un aviso publicitario en el que se ataca a Hillary Clinton, a quien se califica de hipócrita por contar durante sus viajes con la protección de agentes armados del Servicio Secreto.
La Coalición para Detener la Violencia con Armas (CSGV, por sus siglas en inglés) condenó inmediatamente los comentarios de Trump y agregó: “Es un punto de vista que la Asociación Nacional del Rifle ha intentando transformar en mayoritario y que ha sido repetido incesantemente por candidatos a cargos políticos en el pasado». La organización que trabaja por el control de armas lleva una amplia base de datos en línea de los comentarios efectuados por los líderes de la NRA llamada “NRA on the Record” o “Dichos públicos de la NRA”, en español. Al buscar en el sitio las entradas “Violencia Política” o “Vigilantismo” se pueden encontrar incontables justificaciones para la violencia armada cuyas fuentes han sido citadas de manera impecable. En el sitio, aparecen gran cantidad de citas textuales de Ted Nugent, integrante del directorio de la NRA, guitarrista de rock de edad avanzada, incisivo defensor del derecho a portar armas y simpatizante de Trump. En relación a Hillary Clinton, Nugent comentó en Facebook el pasado mes de mayo: “¡Tengo tu control de armas justo aquí, puta!”. La frase acompañaba un satírico video en el que aparece Bernie Sanders disparándole a Hillary Clinton durante un debate en CNN sobre el control de armas.
En buena parte de la retórica grandilocuente contra Hillary Clinton se refleja un patrón de misoginia, profundamente arraigado, que se evidencia en muchos de los tiroteos masivos, desde el agresor de Orlando, Omar Mateen, que golpeaba a su esposa, hasta Adam Lanza, que mató a su madre en su hogar antes de perpetrar la masacre de la escuela primaria Sandy Hook. En 2010, Glenn Beck, que era entonces presentador de Fox News Channel, inició una campaña para denigrar a la fundación filantrópica progresista Tides y a la Asociación Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés). En julio de ese año, Byron Williams, que dijo haberse sentido inspirado por Beck, se subió a un automóvil lleno de armas, municiones y chalecos antibalas e intentó matar a por lo menos once personas en Tides. En una entrevista mantenida en la cárcel, el periodista John Hamilton le preguntó a Williams si Beck había incitado a la violencia explícitamente. Williams le respondió: “Beck va a negar todo enfoque violento, va a negar todo acerca de conspiraciones, pero proporciona todas las razones para creer en esas cosas. Se protege a sí mismo y no se lo puede culpar por eso».
Hillary Clinton dijo el miércoles durante un acto de campaña celebrado en Des Moines, Iowa: “Las palabras importan, amigos míos. Si uno es candidato a la presidencia o si es presidente de Estados Unidos, sus palabras pueden tener enormes consecuencias”. Donald Trump ha prometido pagar los honorarios legales de las personas que agredan físicamente a manifestantes opositores durante sus actos de campaña. Ha insultado a las mujeres, a los musulmanes, a los mexicanos y a los mexicano-estadounidenses. Se burló de un reportero discapacitado. Predijo que si es derrotado, será debido a que las elecciones fueron “manipuladas”. Uno de sus más cercanos asesores pronostica que su derrota provocaría un “baño de sangre”.
Trump es un peligroso demagogo que incita a la violencia y el momento de detener todo esto es ahora.