Batticaloa es una pequeña región de Sri Lanka, donde todavía existe una gran diferencia entre las figuras femenina y masculina. Las mujeres en estas áreas, como en la gran parte del mundo, siguen dependiendo económicamente de la figura masculina, obligándolas a sufrir abusos físicos y psicológicos y forzándolas a someterse a las decisiones que afectan en todos los sentidos su futura libertad.
Siete años después del final de la guerra civil, una de las más sangrientas de este siglo, Amnistía Internacional hace un llamamiento al resto del mundo declarando que en Colombo y Tricomalee todavía existen campos de detención secretos, gestionados por la policía y la marina de guerra, cuando las asociaciones por los derechos humanos y la ONU declararon que en el 2016 son 18.000 los seres humanos desaparecidos, y sin justicia. Son amenazas comunes las que reciben diariamente los operadores del sector, los sacerdotes católicos y los monjes budistas: víctimas de la violencia y obligados a soportar el seguimiento de las acciones de ayuda en el territorio. La Asociación @uxilia se define públicamente a sí misma como apartidista y lleva a cabo actividades de asistencia o de formación dedicadas al desarrollo tanto personal como laboral. Se propone para la construcción de centros de salud, escuelas, orfanatos y con actividades educativas para la formación profesional. Trata de hacer posible el micro-crédito y la adopción a distancia para los niños que han sido abandonados debido a leyes de cientos de años de antigüedad que imponen a las mujeres no casadas el abandono de sus hijos. La mujer soltera se ve obligada a dar a luz a su hijo y a ver cómo se lo quitan, para luego ser detenido por una organización para la protección del niño.
Después del tsunami de 2004, Sri Lanka ha estado en un estado de total impotencia. De allí nació el programa de microcréditos para mujeres con niños.
Todos los cursos de formación se llevan a cabo «dentro del centro polivalente Vocational Training Center, dentro del distrito de Batticaloa, donde la marginación de las mujeres, sobre todo tras el tsunami que afectó a esta zona en 2004, ha alcanzado picos no indiferentes. Los maestros locales, junto con los voluntarios, enseñan todos «dentro del centro de adaptación técnica, el procesamiento de hojas de palma y redes de pesca, y micro-jardinería. Las mujeres que participan en este proyecto son en su mayoría ex soldados niñas, viudas de guerra, madres solteras, víctimas de violaciones y de violencia física y psicológica de diversos tipos. El curso se inició en 2011 con casi veinte inscripciones que llegaron con excelencia a buen término al final del curso. Esas mismas mujeres ahora son capaces de afirmar su independencia económica. Al mirar más de cerca lo que sucede en el mundo, no sólo desde un punto de vista militar, sino también cultural, vale la pena señalar que hay una subcultura que puede ayudarnos a entender mejor la situación. No podemos basar nuestra evaluación teniendo en cuenta sólo las diferencias religiosas o la filosofía de vida de estos pueblos. Así, Massimiliano Fanni Canelles, presidente de @uxilia y doctor en primera línea, nos ayuda a comprender cómo son las mujeres en todos los rincones del mundo quienes son el pivote fundamental y, por tanto, el anillo que sujeta la cadena de la familia. En estas áreas, aquellos que participan en la ayuda humanitaria y la educación están a menudo en contacto con una realidad dura y difícil, donde reina la prostitución infantil: niñas elegidas y alejadas de las madres pobres o enfermas que, por falta de subsistencia, se les ha negado el derecho no sólo a ser mujer, sino también a ser madre.
Inmediatamente después del tsunami, @uxilia intervino en el territorio a favor de las mujeres, poniendo en marcha cursos para la autonomía personal, dándoles así la oportunidad de obtener, a través de micro-crédito, una independencia económica al contar con una habilidad artesanal.
Riccardo Noury, representante de Amnistía Internacional, reconoce la difícil situación en Sri Lanka basado en dos puntos clave: «El primero es el respeto de los derechos humanos en la actualidad, sobre todo en el contexto de la violencia contra las mujeres, la libertad de expresión, la tortura y la persecución política. La segunda es la necesidad de hacer justicia y claridad sobre el pasado, de lo contrario el futuro de este país se verá comprometido”.
