Francia no conoce una verdadera crisis migratoria. Las tensiones generadas en torno a este tema están más vinculadas con la incapacidad del gobierno para acoger convenientemente a quienes llegan al territorio francés más que a un aumento notable del número de extranjeros en el hexágono.
Si nos avocamos a las estadísticas publicadas por la OFPRA (1), se registraron apenas 80.075 solicitudes de asilo en Francia en 2015. Alemania registró más de 1,09 millones en el mismo período según la BAMF (2). Estas cifras nos confirman que la crisis migratoria se desarrolla de la puerta para fuera. Entonces, ¿por qué Francia no logra enfrentar esta situación?
Falta de voluntad política
Los políticos prometen cosas y brindan discursos maravillosos, pero las soluciones concretas tardan en llegar. No hay un verdadero y claro compromiso con respecto a la situación de los inmigrantes, y de París a Calais, las perspectivas siguen siempre catastróficas.
Virginie Guiraudon, directora de investigación en el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS, por sus siglas en francés) declaraba recientemente en France Culture (3): “Es el incumplimiento del Estado nacional lo que se cuestiona, estamos entonces en una situación en la que el Estado no cumple sus funciones. Desde el principio. Es decir, registrar los pedidos (…) y asegurar el recibimiento temporal antes de ingresar en un centro de acogida más importante. No se puede fundamentar una política en la buena voluntad de algunos alcaldes, y de voluntarios o de asociaciones benefactoras, no es posible. (…) La política de Francia es muy simple: esperar. Ellos (los miembros del gobierno) piensan que este es un país de tránsito. Que la gente no se va a quedar. Que irán al Reino Unido, por lo tanto París es la antesala de Calais”.
Durante esta misma emisión, François Pupponi, alcalde de Sarcelles, expresa: « El recibimiento debiera ser fácil de poner en práctica. Hace falta una voluntad nacional. El gobierno toma sus responsabilidades, decide abrir los centros, encuentra el lugar donde hay que establecerlos de acuerdo con las autoridades locales, desbloquea los medios necesarios, y los medios están. Globalmente, el recibimiento de los refugiados o de los que piden asilo significa varios millones de euros, por ahora son algunos centenares de millones de euros anuales para alquilar hoteles, se gasta mucho dinero sin ser eficaces. (…) Habría que construir centros, estructuras para el recibimiento, en donde se hospede dignamente a las poblaciones”.
Una mecánica de acogida ineficaz
A pesar del influjo de migrantes relativamente bajo, si lo comparamos con el de Grecia, Alemania o Italia, los organismos encargados de la recepción de los extranjeros padecen grandes dificultades. El dispositivo de acogida es claramente deficiente y reducido, es absolutamente necesario que evolucione para enfrentar esta situación.
Anne Hidalgo, alcaldesa de París, anunció el 6 de junio de 2016 la creación de un centro de recibimiento para los migrantes en el norte de la capital, pero no se ha tenido nuevas noticias. Mientras tanto, todos los días centenares de personas siguen durmiendo en las calles de París sin ningún tipo de asistencia.
Violette Baranda, funcionaria adjunta en la municipalidad del barrio 19 de París, expresa lo siguiente: “El proyecto de la Sra. Anne Hidalgo es crear un centro de primera recepción que permita a la gente llegar a un lugar seguro, y evitarle a la ciudad los acampes espontáneos, y proponer un verdadero dispositivo social. Es necesario entregar los medios para que los migrantes hagan sus pedidos de asilo en buenas condiciones, ya que en el estado actual, se encuentran en la calle y sin papeles porque este dispositivo está atascado”.
Resulta necesario crear centros de recepción de urgencia y de coordinación capaces de hospedar, informar y orientar a las personas que lleguen al territorio francés, en materia de trámites administrativos. El sistema actual está saturado y el precio que pagan los migrantes es caro. Mujeres solas, mujeres solas con niños, menores solos, personas gravemente enfermas se encuentran hoy en la calle sin ningún tipo de refugio. Este es el lado más oscuro de esta tragedia humana. Se habla de un importante aumento de la desaparición de niños (4), de numerosos casos de violación de mujeres y de negocios de tráfico de órganos.
Una presión policíaca permanente
La única presencia periódica es la de las fuerzas del orden. Decenas de camiones de los CRS (Fuerzas especiales) pasan todos los días realizando tareas de control y de evacuación de lugares. Los migrantes, quienes en su mayoría ignoran los procedimientos de acogida de Francia, son llevados a la comisaría para controlar su identidad y periódicamente se van de allí con una OQTF (obligación de abandonar el territorio francés) o medidas de extrañamiento a veces aplicadas de manera arbitraria (5). El 19 de agosto de 2016, un migrante sudanés instalado desde hacía tres semanas en el campamento de la avenida de Flandre, me contaba: “La policía me llevó varias veces. Todas las veces me llevaron a un lugar enorme que se parece a una prisión. El lugar está a menudo saturado. Debemos esperar horas y horas sin beber agua ni comer. Los agentes solo hablan francés. Me toman las huellas digitales y me hacen firmar un papel. No es la primera vez que me lo hacen”.
La forma de las intervenciones cambió
Estas últimas semanas, solo los agentes de la prefectura de Policía hicieron las operaciones, sin la presencia de las estructuras especializadas en el recibimiento de los refugiados. Incluso en la Municipalidad del Barrio 19 dicen no haber estado informados acerca de la intervención que tuvo lugar el 17 de agosto de 2016 en la avenida de Flandre.
Efectivamente, estos últimos días dos evacuaciones de importancia se llevaron a cabo en el norte de París. La primera el 17 y la segunda el 19 de agosto de 2016. Estas se realizaron en los campamentos de Jaurès, de la plaza de la Batalla de Estalingrado y el de la avenida de Flandre. Cerca de 1000 personas, entre ellas 70 mujeres y niños fueron rodeados, “clasificados” y llevados en camiones hacia lugares desconocidos (puesto que no fueron comunicados por los agentes en el lugar).
Nikita, activista y apoyo radical de los refugiados, cuenta acerca de la operación del 17 de agosto: “Como ven, es una evacuación que está hecha por policías. No hay ninguna asociación humanitaria aquí. Esta mañana, no éramos más de 5 personas para apoyar a los migrantes durante esta operación que califico de redada. Solo se dirigieron a los migrantes. Se los distribuyó en autobuses y se los despachó a los tres centros de policía. Allí, los van a clasificar, y estoy pesando mis palabras. Los que ya tuvieron la suerte de pasar por la ventanilla única de Francia Tierra de Asilo y de haber recibido apenas un papel de solicitud para una cita se van a “salvar”, los demás, serán considerados inmigrantes clandestinos ante la ley francesa y por ello se les entregarán los OQTF que los obliga a abandonar el territorio francés dentro de los 30 días”.
Es bizarro, pero estas intervenciones se desarrollaron todas las veces con una relativa calma. Para ser más precisos, no se constataron mayores violencias hacia los migrantes, sin embargo, asistimos cada vez al mismo escenario. Un ambiente tenso, amplificado por las palabras y los gestos de parte de las fuerzas del orden. Algunos muestran un débil nivel de empatía hacia los migrantes. A veces tengo la impresión que se dirigen más a un ganado que a seres humanos.
La solidaridad ciudadana reemplaza la incompetencia del Estado
Felizmente Francia cuenta con una solidaridad ciudadana activa, que mantiene vivo el valor de fraternidad. Gracias a la movilización espontánea de decenas y decenas de personas que trabajan en las sombras, los migrantes pueden resistir mejor esta prueba del exilio. Algunos traen alimentos, otros vestimentas, colchones o frazadas. Otros aún, ofrecen ayuda jurídica, médica o cursos de francés. Cada cual intenta de manera desinteresada de hacer su parte, de no quedarse con los brazos cruzados frente a esta crisis humanitaria.
Los alcaldes y autoridades de gobierno saben que estas redes de ayuda existen y se apoyan en ellas de forma abusiva e irresponsable, faltando explícitamente a sus responsabilidades sociales.
Nikita, activista y apoyo radical de los refugiados, agrega: “La situación de los migrantes en París es un enorme escándalo humanitario. Es la no asistencia a personas en peligro… No sé qué clase de tango están bailando, el señor Cazeneuve y la señora Hidalgo, pero la señora Hidalgo la juega de humanitaria y el señor Cazeneuve la juega de legalista y entremedio, los migrantes tienen que soportar de todo. Los migrantes a quienes dejaron en la calle. Los migrantes, a quienes no se les brinda ninguna ayuda, ningún apoyo, que no tienen qué comer, que no tienen nada para abrigarse, que están en una angustia psicológica tal que incluso habría suicidas entre ellos, que hoy nos costaría contabilizar”.
Imaginen las consecuencias de una falta de presencia humanitaria en estos campamentos urbanos. Habría ya enfermedades y hasta muertes. El escándalo sería terrible, con repercusiones en el mundo entero, por no asistencia a personas en peligro.
¿Cuál es la expectativa para los próximos meses?
En un contexto pre-electoral, el tema de la crisis migratoria debería quedar relegado a un segundo plano.
Demasiadas amalgamas hicieron la clase política y los medios al respecto de los migrantes, lo que creó una profunda división en la población francesa. El casi seguro candidato, François Hollande, no estaría dispuesto a arreglar este asunto espinudo y tendría tendencia a privilegiar una política de máxima seguridad (prolongando todo lo posible el estado de urgencia) para tratar de cosechar votos de la derecha y de la extrema derecha. El tema de los migrantes no sería por lo tanto un tema muy “recolector” en la carrera para un nuevo mandato presidencial.
No obstante, nos queda la esperanza de la promesa de la alcaldesa Anne Hidalgo de abrir en la capital un centro de recibimiento de urgencia. Esperamos entonces que tenga las agallas y el liderazgo necesario para ofrecer condiciones de acogida más dignas y humanas a estos “Extraños, Extranjeros” (6).
Los invito a leer también el artículo: Recibimiento de migrantes en París: ¿adónde quedaron los valores de Igualdad y Fraternidad?
(1) OFPRA: Oficina francesa de protección de los refugiados y apátridas
(2) BAMF: Oficina federal de migraciones y de los refugiados
(3) Emisión Du Grain à moudre d’été del 04.08.2016 (44 min.). Recibimiento de los migrantes: ¿por qué Francia no lo logra? Emilie Chaudet, Raphaël Bourgois.
(4) 10.000 niños migrantes habrían desaparecido en Europa en estos últimos dos años. Según Europol, muchos serían víctima de explotación sexual o de trabajo forzado. http://www.huffingtonpost.fr/joelle-garriaudmaylam/traite-femmes-enfants-crise-refugies_b_9384900.html
(5) Cuando digo arbitrario, hago referencia a la definición siguiente: Lo arbitrario es la aplicación de la subjetividad de una persona que detenta el poder a costas de otra que está desprovista de él. Es el poder arbitrario en su aplicación.
(6) “Extraños, Extranjeros” Poema de Jacques Prévert