El pasado martes 23 de agosto en una reunión de junta directiva a la que invitamos a todos los miembros de ACA que quisieran asistir, incluímos dentro del orden del día un punto que en opinión de algunos de nuestros colegas, resultaba ajeno a nuestra actividad, como lo es el plebiscito por la paz.
Contrario a esta opinión, los presentes en esa junta, después de una discusión amplia, coincidimos en que no hay nada mas relacionado con nuestra actividad como artistas y como organización social, que este plebiscito que convoca al pueblo colombiano a manifestarse en las urnas, sobre si avala o no los acuerdos que se acaban de firmar y que permitirían ponerle fin a un conflicto que entre 1985 y 2015 dejó ocho millones de víctimas, 260.000 de ellas asesinadas, 45.000 desaparecidos, 6,8 millones de desplazados, 4,2 millones de hectáreas quitadas a sus propietarios, amén de los 39 billones de pesos destinados para la guerra en el 2016, que representan el 18.1% del presupuesto nacional y de los cuales en un solo bombardeo se pueden gastar hasta 5.000 millones, un monto superior al de los estímulos para teatro y cine del Ministerio de Cultura en el 2016 y que podrán ayudar a paliar los problemas de miseria y hambre que padecen algunas regiones del país.
Convencidos de esto y concientes de que esta no es una situación ordinaria, sino el momento más importante de nuestra historia reciente, pues ni siquiera la asamblea nacional constituyente tuvo una trascendencia como la que tienen estos acuerdos de paz, lo que ha motivado al Papa, a la ONU, a la comunidad Europea, a los Estados Unidos, y a los gobiernos de toda America a expresar su apoyo a este proceso, concluimos que como organización social no podemos ser ajenos a este compromiso con la historia y con nuestra razón de ser.
No se trata de defender un partido u otro, de expresar simpatías por el gobierno de Juan Manuel Santos y mucho menos por las FARC, sino de actuar acorde a nuestra naturaleza, pues como defensores de los derechos laborales y de asociación, tenemos en el dialogo y la concertación como las vías idóneas para resolver los conflictos. Muchos se preguntan: ¿Estamos haciendo política?; Desde que nos conformamos como sindicato hemos estado en un ejercicio político constante, no partidista, que nos ha llevado a estar en conversación permanente con todas las corrientes y partidos que ejercen la política en el país, de derecha, de izquierda, del centro, del centro izquierda, del centro derecha, del centro centro, y en todos hemos encontrado propuestas y dirigentes valiosos e importantes para el país.
Así mismo, nuestra condición de artistas nos convoca a tomar posición como lo han hecho cantores, escritores, poetas, directores de cine y por supuesto actores en Brasil, Argentina, Uruguay, Chile, España, Mexico, Nicaragua, Cuba, Venezuela, Puerto Rico y en todo lugar en el que haya habido una injusticia que corregir o un bien general que impulsar, porque ocasiones como esta no admiten la neutralidad. La imparcialidad es un valor cuando no se está involucrado en el debate, pero en este caso ser neutrales es eludir nuestra responsabilidad, primero como colombianos y segundo como artistas porque uno de los mayores enemigos de la creación es el miedo, el miedo al fracaso, a la incomprensión, al rechazo del público y sobre todo, el miedo a ser silenciado por lo que se dice, lo que nos ha llevado a guarecernos en la superficialidad en aras de no ofender a nadie.
Los compañeros de mas años deben recordar y los mas jóvenes tiene que saber que en 1987 cuando apareció una lista de amenazados por las AUC, que para la época se llamaban el MAS, en esa lista figuraban los nombres de 3 actores: Vicky Hernández, Patricia Ariza y Carlos Vives y no queremos ni un solo actor, ni un solo artista, ni un solo colombiano amenazado mas.
Sabemos que tomar una posición en este caso va a generar controversia pero entendemos que el debate y el confrontar posiciones con altura y con argumentos claramente sustentados ayuda a que las organizaciones se cualifiquen y se fortalezcan en su interior. Vemos ademas en este momento una oportunidad de mostrarnos como un Sindicato que no solo piensa en su beneficio propio sino en el país, lo que le otorgaría a nuestro gremio un lugar de respeto dentro de la opinión pública colombiana porque sin dejar de ser figuras, ni generadores de entretenimiento, nos convertiríamos en una voz poderosa que no solo defiende sus intereses sino que toma partido cuando las circunstancias así lo exigen.
Por todo lo antes expuesto podrán entender que nos la hemos jugado por el Sí, porque vemos en esta circunstancia una oportunidad para que el dialogo social triunfe, pues en el caso contrario, las posibilidades de negociar pliegos, leyes de actores o cualquier otro tipo de reivindicación en el campo social y laboral van a ser mínimas, porque le estaríamos diciendo No a la solución negociada de los conflictos y en ese caso, organizaciones como ACA, acá no tendrían cabida.
Shakespeare a través de Hamlet dice que los actores somos cronistas de nuestro tiempo pero ocasiones como esta ameritan involucrarnos y dejar el rol de observadores pasivos, lo que nos haría transformarnos en coautores de nuestro futuro y ese futuro es hoy.
Vale la pena aclarar que esta determinación no significa que aquí esté reflejada la opinión de todos nuestros afiliados y que cada cual sabrá según su entender y sus convicciones que determinación tomar.
Junta Directiva
Asociación Colombiana de Actores
Tel: 57-1-2834816