Afirma Julen Bollain, investigador y experto en Renta Básica. El investigador está realizando la tesis ‘Cómo ha evolucionado la Renta Básica Incondicional con los cambios socieconómicos acaecidos en el siglo XXI’
Julen Bollain (Eibar, 1990) , que cuestiona en la entrevista muchos de los prejuicios en torno a la Renta Básica, señala que se implementará entre nosotros «más pronto que tarde» y señala que como en cualquier medida económica, habría ganadores y perdedores: «la élite, el 20% más rico, sería, quien a base de una reforma fiscal progresiva, financiaría la Renta Básica al resto de la ciudadanía; siendo esto un simple reparto de la riqueza más equitativo».
Lo primero, hay que explicar y precisar de qué estamos hablando cuando hablamos de Renta Básica Universal. Creo que nada tiene que ver con la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), ya que la Renta Básica Universal lo recibiría toda la población sin ningún tipo de condición, ricos y pobres: Ana Botín, tú y yo.
Para empezar, habría que cambiar la definición de universal por incondicional, es más correcta. El principio de incondicionalidad recoge la idea de que la ayuda no está condicionada a cumplir ningún requisito a priori ni a posteriori, sino que por el mero hecho de ser ciudadano, la persona tendría derecho a recibir la renta. Sería un derecho ciudadano en el que a la hora de recibirla no se cuestionaría el género, la orientación sexual o las creencias religiosas, por ejemplo. Un derecho como puede serlo el sufragio universal, y es que a la hora de ir a votar nadie nos pregunta si somos un hombre o una mujer, homosexual o heterosexual, católico o musulmán etc.
Respecto a la diferencia entre la Renta Básica Incondicional y la RGI: la Renta Básica es incondicional, no está condicionada; es individual, no es por unidad de convivencia, y es para toda la población. Y, sí, lo recibiríamos Ana Botín, tú y yo. Como en cualquier medida económica habría ganadores y perdedores. la élite, el 20% más rico, sería, quien a base de una reforma fiscal progresiva, financiaría la Renta Básica al resto de la ciudadanía; siendo esto un simple reparto de la riqueza más equitativo. En definitiva, es una medida redistributiva que distribuye el dinero de los más ricos a los más pobres.
¿Qué importe tendría la Renta Básica?
No está definido el importe. Pero la mayoría de los estudios existentes se han realizado con el umbral de la pobreza como importe, es decir, el 60 % del salario medio: unos 650 euros. Su objetivo sería que no haya gente bajo el umbral de la pobreza, que no haya pobres. Otro de los objetivos, seria dotar de libertad individual a las personas, que esas personas puedan trabajar en lo que quieran. Sería también una medida para avanzar en la igualdad de género: ¿cuántas mujeres no se divorcian por la dependencia existente en esta sociedad patriarcal?… En definitiva, dota de un poder de negociación a la gente, a los trabajadores, a las mujeres…
Decía un empresario que la distribución de la riqueza está bien, pero que para eso primero hay que crear riqueza. ¿La Renta Básica Incondicional no sería un obstáculo, no desincentivaría al trabajador?
Ese argumento es una las grandes falacias en torno a la Renta Básica Incondicional. No está comprobado empíricamente además. En estudios que se han realizado en lugares tan dispares como India, Namibia o Alaska, países o regiones del primer y del tercer mundo, demuestran, de hecho, lo contrario. En otro estudio, en una encuesta con más de 10.000 personas que se hizo en los 28 países de la Unión Europea, las personas cuando respondían a la pregunta de si dejarían su trabajo por una renta básica, sólo el 4% contestaba afirmativamente. Sin embargo, cuando les preguntaban cuál era el mayor miedo que les daba la implementación de la Renta Básica, el 40% decía que el mayor temor era que la gente dejase de trabajar. Se percibe esa dicotomía en la gente: cuando te preguntan personalmente sobre si dejarías el trabajo por la renta, dices que no lo dejarías; pero cuando te preguntan por los otros, temes que ellos sí dejen de trabajar.
«Que no haya gente bajo el umbral de la pobreza es el objetivo»
Por otra parte, los empresarios quieren vivir en un país donde la riqueza está redistribuida, donde la demanda agregada crezca, y así tener un mercado robusto para poder vender sus productos, por lo que esta iniciativa sería beneficiosa tanto para los empresarios como para la ciudadanía en general.
Creo que en Alaska hay una Renta Básica.
Sí. Llega a unos 3.000 euros anuales. Lo implementó, además, un gobernador republicano. Creó un fondo para redistribuir los beneficios del petróleo. Asimismo, hay otras regiones del mundo, como en Holanda y en Finlandia, donde se está intentando implementar proyectos pilotos. Lo destacable de todo ellos es que se están demoliendo las barreras culturales o mentales que hay en contra de la Renta Básica Incondicional. Las universidades también tenemos que trabajar para romper esas barreras, explicando qué es la Renta Básica. Sin intentar catequizar, explicando los beneficios que reportaría su ejecución a la sociedad en su conjunto. Los académicos y especialistas que trabajamos en este ámbito tenemos que acercarlo a la ciudadanía.
Un partido político como Podemos dio marcha atrás en su reivindicación de la Renta Básica justo antes de las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015.
Sí. Les creó un gran problema además, pues fue la medida programática más votada entre las bases de Podemos para llevarla a las generales de 2015. No sé si por desconocimiento, por miedo o por las barreras culturales que mencionaba, pero el hecho es que no fue al programa estatal y al final decidieron trasladar un remedo de la RGI de Euskadi al resto del Estado. Un error, pues son varios los estudios que explican que la RGI no ha funcionado, pues no ha llegado a lograr sus objetivos. Por ejemplo: una de cada cuatro personas que tiene derecho a la RGI no la recibe, aunque cumpla los requisitos, por la burocracia, por la estigmatización que acarrea o por otras razones.
En Suiza ha habido un referéndum sobre la Renta Básica y ha perdido claramente la opción favorable a ella.
Es cierto que se ha impuesto el «No», pero ha sido un gran triunfo para nosotros, ya que a diferencia del 10% que las encuestas auguraban que votarían a favor, ha resultado ser una de cada cuatro personas, y en Zurich, por ejemplo (la ciudad más poblada de Suiza) ha ganado la opción favorable con un 54%. La historia demuestra que los cambios se dan en las grandes ciudades y luego se va expandiendo a los pueblos, zonas rurales… O sea que veo muy positivos los resultados, sabiendo además que Suiza es un país muy conservador.
¿Crees que en nuestro entorno (Euskadi o España) se va a implementar en un futuro próximo una medida como la Renta Básica, más allá de las pruebas pilotos en regiones y municipios?
Yo creo que sí. Más pronto que tarde, además. El 14 de marzo en un periódico tan poco comunista o radical como el Financial Times escribían un artículo argumentando que el tiempo de la Renta Básica podría, finalmente, haber llegado. Hay varios síntomas que explican su llegada, por ejemplo, la inminente robotización del trabajo.
«La Renta Básica dota también de poder de negociación a la gente»
Hablar de trabajo garantizado no tiene sentido hoy en día, pues una investigación de Oxford anunciaba que a medio plazo el 47% de los empleos que conocemos se destruirían. La Renta Básica podría contribuir a complementar las pérdidas que traería esa destrucción. Asimismo, cada vez le damos mas importante al ocio, al cuidado de los hijos y de los mayores, a hacer trabajos creativos…
Has estado entre el 7 y 9 de julio en Corea en el congreso de Basic Income Earth Network (Red Mundial de la Renta Básica)
Sí. Quiero decir que estuve en ese congreso gracias a la ayuda recibida por el vicerrectorado de Proyección y Transferencia, por lo que quiero agradecer a la vicerrectora Amaia Maseda. Ahí he podido proponer la creación de una red de universidades internacionales para poner en común las experiencias, investigaciones o trabajados que hayan realizado sobre temas de Renta Básica.
Conjuntamente, he estado trabajando en varios workshop del Basic Income Earth Network en Seúl, donde se han tocado temas relacionando entre la Renta Básica Incondicional y el estado de bienestar. La renta básica Incondicional debe ser compatible con el Estado de Bienestar, deben ser simultáneos ambos, porque es deseable y es aplicable.
¿Pero alguien pone en duda que pueda ser compatible?
La gente que nos juntamos normalmente para debatir sobre la Renta Básica e investigamos sobre ella, normalmente, no pone en duda la compatibilidad de una Renta Básica Incondicional con el Estado de Bienestar. Sin embargo, varios autores liberales históricamente y neoliberales hoy en día, abogan por una Renta Básica Incondicional en detrimento del Estado de Bienestar. Lo que sin duda alguna, para mí, sería uno de los mayores errores que se podría cometer. No concibo una Renta Básica Incondicional sin educación o sanidad pública, por ejemplo.
La UPV/EHU firmó el pasado 22 de febrero un convenio con la Asociación Red Renta Básica de España (RRB).
Es el primer acuerdo que firma una universidad con una Red de Renta Básica. Es un paso importante, ya que las universidades tienen un gran prestigio y reconocimiento en la sociedad. El trabajo conjunto con la universidad ofrece una excelente ocasión para eliminar los prejuicios y esas barreras culturales, políticas… sobre la renta básica. En definitiva, la falla que hay entre los académicos que tratan estos temas y la ciudadanía. En línea con esto, el próximo simposio sobre la Renta Básica Incondicional a nivel estatal que se celebrará el 18 y 19 de noviembre en la Facultad de Economía y Empresa de Bilbao de la UPV/EHU será un marco estupendo para acercar a la ciudadanía asuntos relevantes como el futuro del empleo, la reducción de la jornada, la viabilidad social, económica y política de la Renta Básica…