El H3 Alternativo, es organizado por una plataforma de organizaciones nacionales e internacionales. El primer conversatorio informativo sobre el vento se realizó días atrás en FLACSO (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales; Dolores Padilla, de la Fundación Esquel, fue la encargada de moderar este primer evento y aprovechó para recordarnos que “la ciudad somos todos, somos un colectivo de actores y moradores”.
Julio Echeverría, del Instituto de la Ciudad, basó su exposición en tres puntos: ¿Cómo llegamos a Quito en temas de problemática urbana? ¿En qué medida, Hábitat III, es una oportunidad para introducir temas y enfoques nuevos? y ¿Cuáles son los problemas de gobernanza que abre esta nueva coyuntura instaurada por Hábitat III?
Haciendo un breve repaso, Echeverría nos explica que en Hábitat I, se toma conciencia de que la aglomeración urbana es el motor en el desarrollo económico; en Hábitat II, se tratan las externalidades negativas derivadas del desarrollo urbano, concretamente la precaridad en vivienda; ahora, en Hábitat III, a las externalidades negativas de asentamientos humanos, se suman el tráfico vehicular, la contaminación ambiental y la baja calidad de vida, factores que, para Julio Echeverría, empujan a lo que él denomina como “la fuga y la dispersion de las ciudades”, provocando que la mancha urbana se extienda hacia el campo, reduciendo zonas agrícolas. El “desafío es rescatar y combinar los elementos positivos de la aglomeración con la nueva lógica de la dispersión urbana”.
Por otro lado, Paco Moncayo, ex alcalde de la ciudad de Quito y ex presidente de CGLU (Ciudades y Gobiernos Locales Unidos), considera que la ONU, debe cambiar muchas de sus políticas pensadas en la posguerra, pero el cambio más importante es el de incluir activamente a los gobiernos locales, sin los cuales no se cumple la función de garantizar la seguridad y desarrollo de las ciudades.
Moncayo asegura que Hábitat III debe tener en su espacio a la CGLU, ya que las ciudades son imprescindibles para el desarrollo de la agenda urbana; “no olvidemos que en situaciones de riesgo, las alcaldías son la primera línea de defensa”, por esa razón, considera que sin la participación de los alcaldes y dirigentes comunitarios, Hábitat III será un evento sin relevancia a la hora de proponer los proyectos de la nueva agenda urbana.
La VentriloquÍa de Hábitat III, fue el nombre de la intervención de Fernando Carrión, coordinador de Hábitat III Alternativo y profesor de FLACSO Ecuador, cuya principal interrogante es: ¿Qué pasó entre Hábitat I y Hábitat II? y la única respuesta que encontró fue: Pensamos en el futuro, no en el pasado.
En su experiencia, sabe que el crecimiento económico no garantiza que se cumplan los proyectos y que, aunque una ley de derecho a la ciudad, esté en la Constitución, no garantiza que esta se cumpla.
Carrión ve que hay dos grandes errores en el desarrollo de esta edición de Hábitat: objeto sin sujeto y urbanismo sin palabras. Esto quiere decir que se desconoce a la ciudad como una comunidad política donde se concentra el capital y la diversidad cultural, además de que los gobiernos locales tienen mayores recursos y competencias lo que les da más liderazgo y diversidad.
Hábitat III tiene a la ciudad presente pero sin representación, esta tiene voz pero no voto, en la nueva agenda urbana. Desapareció el concepto de ciudad, se la ha fracturado con diversos términos.
La gran razón que tiene Fernando Carrión para hacer un Hábitat alternativo, es que, en el evento oficial, no existen actores sociales ya que estos no fueron invitados y ellos son importantes detrás en los puntos de la agenda, de lo contrario las ciudades se vuelven más distantes en el desarrollo de los proyectos.