Texto y fotos Ivone Flores
En el Foro Latinoamericano y Caribeño de Comunicación Popular y Comunitaria – II Congreso Internacional sobre Comunicología del Sur, presentado en Flacso el 29 de junio del 2016, se realizó el conversatorio “Comunicación popular e Integración regional” donde se hizo una revisión de la formación de los proyectos de integración en América Latina en un contexto de falta de democracia y se planteó un panorama de los nuevos escenarios políticos que convocan a pensar en un nuevo proyecto de Integración Regional, siendo los ejes principales el trabajo en conjunto de una agenda de la Integración y el derecho a la comunicación como proyecto que busca una transformación social.
En la historia de América Latina se dieron tres momentos de integración “el primero fue por un orden de la comunicación menos asimétrica (…), la creación de organismos como la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y el Mercosur, como resistencia a la larga noche neoliberal, (…) y la Alianza del Pacífico”, señaló Adalid Contreras, Ex secretario General de la CAN, proponiendo una “Integración pensada no solo en términos económicos, sino la construcción de un proyecto de Integración ciudadana, multidiscursiva y multimediática.”
“Debatir sobre la Integración es pensar la comunicación desde los pueblos porque “somos y tenemos una identidad común que se construye desde la solidaridad y la búsqueda de la libertad”, dice Corina Leguizamón, Directora de Comunicación en el Instituto de Políticas Públicas de Derechos Humanos (IPPDH) y responsable del Departamento de Comunicación del Instituto Social del Mercosur.
En esta búsqueda de un sentido común, Javier Tolcachier, investigador del Centro Mundial de Estudios Humanistas y columnista en la agencia internacional de noticas Pressenza, señala que “el descubrirnos como sujetos activos de la comunicación nos lleva a reflexionar sobre los sentidos propios de la Región”.
Tolcachier habla de llenar de nuevos sentidos a la comunicación “porque la comunicación ha sido secuestrada por la propaganda que mantiene vivo a un sistema de acumulación de capital y largamente obsoleto en términos de economía real”, afirma el investigador.
“El papel de la comunicación popular se juega en construir algo distinto a lo que tenemos. Algo que se haga desde nosotros, desde lo colectivo. Una comunicación que se desarticule de lo económico, que sea contestataria y se expanda, que elabore otros contenidos”, menciona Andrea Benavides, estudiante de FLACSO.
Por otro lado, pensar en estos nuevos sentidos de la comunicación popular es mirar el papel de la Internet en la región. Sally Burch, directora de la Agencia Latinoamericana de Información (ALAI), puntualizó que, “Internet es una plataforma que organiza la comunicación actual, donde Google, Facebook, Apple y demás softwares privados son las nuevas carabelas del neocolonialismo (…). Surge un nuevo desafío para la comunicación popular y es clave formar alianzas para combatir lo que se nos avecina: la privatización del ciberespacio público”, señaló Burch.
La directora comenta que en el 2017 en la India se llevará acabo el Foro Social de Internet, “Por una Internet ciudadana”, donde se discutirá la creación de políticas públicas para regular el ciberespacio. Una de ellas sería la construcción de un sistema propio de almacenamiento regional de datos.
En este contexto, hablar hoy de comunicación popular, como una de las aristas que busca la Integración de la región, implica un nuevo desafío de pensamiento y de acción, ya no en lazos sino en redes de comunicaciones que promuevan un trabajo en conjunto desde la localidad con contenidos que muestren la creación de nuevos espacios de emancipación y no solo la reproducción de la fatalidad. La pregunta que queda es ¿cómo se prepara el Sur para replantearse la comunicación y asumir el desafió de los nuevos escenarios?