Nos despertamos hoy con las noticias de la salida británica (Brexit) de la Unión Europea.

Suspiro

Los chinos tienen una maldición: «¡Ojalá vivas en tiempos interesantes!»…

El vendedor de la tienda de cómics de los Simpson dijo una vez: «¡No hay emoticón que pueda describir cómo me siento en este momento!»

Un momento histórico

Dramático

Trascendental

UKIP, el partido político que conduce el programa anti-inmigración para salir de Europa tiene como su logo al símbolo de la libra esterlina. Tras el éxito de su campaña, la libra entró en caída libre. ¿Es esta la manera de tratar a su objeto más querido?

¿Pero qué significa todo eso?

El éxito de la política del miedo

Lamento repetirme una vez más, pero el miedo es el mayor enemigo de la compasión. La gente votó contra la inmigración, contra los refugiados, en contra de tener que compartir, sin darse cuenta de que los problemas de la vivienda, del Servicio de Salud, Escuelas y Bienestar no tienen nada que ver con los refugiados, sino que todos ellos son consecuencias de la austeridad, del neoliberalismo, de la violencia económica: cierre de hospitales, venta de inmuebles estatales locales sin construir nada más, la privatización de todo. Pero la campaña fue sobre el miedo, «vienen a tomar nuestros trabajos, nuestras casas, nuestra libertad».

La campaña fue impulsada por los sectores más privilegiados, pero la clase trabajadora, en particular los de mayor edad que viven en el norte de Inglaterra, donde el desempleo y la pobreza han ido aumentando con los años, votó masivamente para salir, resultaron ser los que más fácilmente se asustaron con el discurso de la paranoia y la discriminación.

La política del miedo es una forma de violencia.

El primer ministro cae sobre su espada

Lo que los documentos de Panamá no alcanzaron, la renuncia de Cameron avergonzado por haber sido sorprendido teniendo acuerdos con los paraísos fiscales que él mismo criticó en otros, este referéndum lo ha conseguido. Podría ser visto como lo más honorable que se debía hacer, o… no sentirse capaz de tener el suficiente estómago para presidir el lío que, de hecho, se nos viene encima.

El sistema parlamentario británico indica que la renuncia del PM no conduce a una elección donde la gente vota democráticamente para elegir al siguiente, sino que en realidad el partido en el Gobierno vota internamente por uno nuevo. En este caso, el nuevo primer ministro será, muy probablemente, uno de los Brexiters. Boris Johnson ha sido descrito como el principal contendiente. ¡Sí, nuestro propio Trump!

Pura democracia formal, no real, es una forma de violencia.

¿La desintegración del Reino Unido?

Escocia está exigiendo un nuevo referéndum para independizarse del Reino Unido. Se perdió el último, pero esta vez votaron masivamente para permanecer en la Unión Europea, y para eso tienen que estar fuera del Reino Unido. Escocia tiene la mayor parte del petróleo del Reino Unido, en las plataformas marinas del Mar del Norte, y es el hogar del sistema de submarinos y misiles nucleares Trident, también conocido como la Disuasión Nuclear Británica. La reubicación del sistema, dada la ausencia de un puerto de aguas profundas conveniente en otro lugar en el Reino Unido, ya ha sido descrita como una pesadilla. Personalmente me gustaría verlo desaparecer por completo, en particular, debido a que el precio de su renovación sigue subiendo y se sitúa hoy en más de £ 100 mil millones, pero aún más importante, porque las armas nucleares son inmorales e inútiles. Sin embargo, el gobierno está comprometido en seguir con el curso de estas acciones, y podría usar tácticas de mano dura si lo estima necesario.

Irlanda es, en el mejor de los casos, ambivalente. Ha habido algunos ruidos en el Norte para dejar el Reino Unido; algunos han mencionado la posibilidad de la reunificación, y los mercados por allí han estado tan nerviositos como en el resto de Inglaterra y Gales.

Surgen movimientos separatistas porque la gente se siente oprimida, siente que sus necesidades son ignoradas, lo que es una forma de violencia.

TTIP, CETA, y otros acuerdos comerciales

¿Hay alguna razón para alegrarse de que los burócratas no elegidos de la Comisión Europea no podrán imponer los acuerdos comerciales mercantilistas que vienen negociando a puertas cerradas? En principio, sí.

El problema es que Gran Bretaña sin Europa se queda en manos de las empresas fariseas «libres», listas para acabar con todas las leyes de trabajo (y ambientales) progresivas que fueron creadas por la Unión Europea, y para negociar por sí mismas acuerdos comerciales aún más draconianas y mercantilistas que el resto de Europa; también se queda sin el beneficio de trabajar en conjunto con los movimientos más populares en Europa, que luchan para contrarrestar los terribles efectos de tales acuerdos.

La explotación económica y la desigualdad son formas de violencia.

Los expatriados en Europa y la migración

De acuerdo con una encuesta de la BBC, hay más de un millón de británicos que viven en Europa, 1,5 millones que incluyen a los de tiempo parcial. El FT dice: «El número de inmigrantes europeos en el Reino Unido es casi exactamente igual al número de británicos que viven en otras partes de la UE, de acuerdo con cifras oficiales”. The Guardian da cifras diferentes, europeos y británicos en relación de 2:1. ¿Qué pasará con esa gente? ¿Tendrá que trasladarse, o conseguir visas?

La cuestión de que Gran Bretaña acepte a refugiados que vienen a Europa se hace aún más sangrante, ya que era tan importante para el Brexit, incluyendo el alarmismo de los posters de la campaña.

La libre circulación de capitales, pero con restricciones al movimiento de las personas, es una forma de violencia.

Los dioses del mercado y la gente común

Más de £ 100 millones fueron borradas del FTSE 100. Los mercados experimentaron la mayor caída de la historia del Reino Unido: el ocho por ciento al inicio del mercado en Londres. El Mercado Mundial también reaccionó mal. Estos son los marcadores utilizados para decidir si algo es bueno o malo.

La deshumanización de los marcadores de evaluación es una forma de violencia.

¿Cómo va a influir esto en la vida real de la gente común, lo único que importa al final del día?

Las crisis pueden transformarse en oportunidades. Sin lugar a dudas ésta será utilizada por los neoliberales como una justificación para más austeridad, más concentración, más desigualdad. Otros también participarán en darle alguna paliza más a Corbyn ([1]), todo es su culpa, como todo lo demás.

La gente como Jeremy Corbyn y la red DiEM25, y Bernie Sanders y tantos otros que llevan el humanismo en sus corazones, están alzando sus voces alternativas al sistema actual. Ellos (nosotros) representan la esperanza de un mundo humanizado en el que las personas, no el dinero, son el valor central, donde la compasión y la solidaridad puedan construir comunidades para el bienestar de todo el mundo, donde la reconciliación, en lugar de la guerra, sea la manera de lidiar con los conflictos. Si permitimos que la «crisis» se haga cargo de nuestra intencionalidad, al temor guiar nuestras decisiones y la discriminación nublar nuestra mirada hacia «el otro», vamos a perder la oportunidad de cambiar el rumbo de la humanidad, que hoy se encuentra corriendo hacia un acantilado.

En una nota menos dramática, sin duda, el sector financiero intentará estabilizar la situación, pretender que no es tan grave y pedir sólo un poco más de tiempo, un poco más de paciencia y un poco más de sacrificio de nuestra parte para volver a estar en forma (es decir, para seguir haciendo sus ganancias obscenas, que resultan de la especulación y del ocultamiento de activos y de la evasión fiscal).

En realidad, lo que hacen es irrelevante, aquí es el momento de establecer redes de contacto, comunicar, presentar las alternativas lo más claramente posible e inspirar a los que nos rodean a participar, pasar a la vanguardia de las discusiones y transformarnos a nosotros mismos y al sistema de una manera no violenta.

[1] Para los que ya están reclamando a Corbyn por el «fracaso en asegurar» el voto por Permanecer por parte del corazón Laborista, aquí están algunas estadísticas:

Laboristas que votaron por permanecer: 63%, por salir: 37%

Conservadores que votaron por permanecer: 42%, por salir: 58%