Julian Assange, muy emocionado y agradecido, habló hoy a una audiencia de Quito, Ecuador, a través de una video-conferencia en la sede principal del Centro Internacional de Estudios Superiores para América Latina, CIESPAL, en el contexto del evento “Julian Assage: 4 años de libertad negada”, que duró una semana.
Antes de comenzar su charla, Assange expresó su gratitud hacia el presidente y el pueblo de Ecuador por haber corrido el riesgo de darle asilo en la embajada ecuatoriana. Hoy sabemos que la confianza que Ecuador tuvo en su caso estuvo plenamente justificada, pues el grupo de trabajo de la ONU dedicado a las detenciones arbitrarias recientemente llegó a la conclusión de que el Reino Unido lo estaba reteniendo arbitrariamente tras las rejas. La operación policial para encarcelarlo costó cerca de 20 millones de dólares.
El tema de su charla fue “De Wikileaks a los Panama Papers”. Assange criticó duramente el encubrimiento que ha hecho el International Consortium of Investigative Journalists (ICIJ) de los Panama Papers al negarse a hacerlos públicos. De hecho, han hecho pública una parte insignificante de los documentos: 200, de los 11,5 millones.
Assange comenzó el ataque comparando al ICIJ con el modo de funcionamiento de Wikileaks. En el modelo de Wikileaks se publica todo, sin censura, según el australiano. Luego afirmó, con orgullo, que ninguno de los 11 millones de documentos publicados en la página web ha sido denunciado de no ser auténtico.
Por otro lado, el caso de los Panama Papers muestra que la elite de los EE.UU. se apropió de los materiales filtrados, y que han impedido efectivamente que se realice cualquier investigación de los contenidos de los documentos, con la excepción de aquellos periodistas que están dispuestos a seguir las reglas del ICIJ.
Assange explicó que el problema con el ICIJ es que está ubicado en Washington D.C. y que fue fundado por tipos como George Soros y la fundación Rockefeller; los titulares publicados, cuando se atacó a Vladimir Putin y al grupo dirigente de Rusia fueron, pagados por la USAID (Agencia por el Desarrollo Internacional de Estados Unidos), que administra la ayuda a los civiles de otros países.
También analizó los ataques que ha hecho el ICIJ a Wikileaks, y citó a Gerard Ryle, el cabecilla del ICIJ: “Wikileaks se robó el periodismo y nosotros lo vamos a recuperar”, y “el ICIJ es una organización responsable. No somos Wikileaks”.
Pero Assange arremetió rápidamente con la pregunta “¿responsables ante quién?”.
Assange indicó que, sin duda, si el ICIJ publicara la base de datos completa, se quedarían sin financiamiento, dado que muchas figuras líderes de los EE.UU., personas de la CIA y muchos otros usan las cuentas en el extranjero para ocultar detalles de sus tratos financieros.
Argumentó que estos archivos le pertenecen a la humanidad entera, para que todos puedan examinarlos: defensores públicos, agencias de inteligencia, organismos de impuestos y, sobretodo, la población en general.
Cuando se le preguntó por qué cree que se ha publicado un porcentaje tan pequeño de la información, Assange dijo que probablemente el Suddeutsche Zeitung (la primera agencia que tuvo la información antes de que la obtuviera el ICIJ) sintió temor ante las leyes de Alemania, y temió ser demandado por los que tienen cuentas en el extranjero.
También criticó al periódico del Reino Unido, The Guardian, por mostrar principalmente la arista rusa de los Panama Papers, siendo que, para los lectores del Reino Unido, era mucho más cercana la participación de la familia del primer ministro, David Cameron, en cuentas en el extranjero. Este hecho fue llevado a la luz por Wikileaks, que informó acerca de la información que se había abierto al público, antes de que The Guardian tomara la historia.
Assange dio la teoría de que el ICIJ probablemente haya restringido quienes pueden acceder a la información, y que le ha permitido a periodistas de distintos países acceder solamente a algunos documentos que son relevantes para sus propios países. Otro punto importante es que los periodistas serios de América Latina que no están a favor de los grupos dirigentes probablemente no tengan buenas relaciones con las instituciones ubicadas en Washington, como el ICIJ.
“Wikileaks es la Biblioteca de Alejandría rebelde”, afirmó. “La base de datos de Wikileaks ha sido utilizada para hacer justicia e influir en el debate político. La información de Wikileaks muestra dónde está realmente la lealtad de las personas”, agregó.
Como dijo Assange al finalizar su charla, “el periodismo es importante, pero que toda la sociedad pueda acceder (a esta información) es aún más importante”.
Traducción al español por: Emilio Stanton