La OTAN pondrá en marcha este jueves su escudo antimisiles en Rumanía haciendo caso omiso a las advertencias de Rusia, que lo considera una amenaza para la estabilidad en Europa Central.
La localidad rumana de Deveselu (sur) se convertirá en la nueva base del escudo antimisiles de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que tiene por meta “defender a los miembros de la OTAN contra la amenaza de misiles balísticos de corto y mediano alcance, de Oriente Medio en particular”, señaló el miércoles el secretario adjunto de Estado para el Control de Armas, Verificación y Cumplimiento, Frank Rose, según publica el rotativo The Guardian.
El miércoles, Rusia acusó a Estados Unidos de violar el tratado de eliminación de misiles nucleares de medio y corto alcance (INF) con la puesta en funcionamiento del escudo antimisiles en Rumanía.
En este sentido, Rose aseguró que tanto EE.UU. como la OTAN han dejado en claro que el sistema no va ha dirigido contra Rusia.
«Rusia ha expresado reiteradamente su preocupación de que el escudo antimisiles de EE.UU. y la OTAN esté dirigido en su contra y represente una amenaza para su fuerza de disuasión nuclear estratégica. Algo muy lejos de la realidad”, subrayó.
Ahora la cuestión es la siguiente: Si el sistema antimisiles de la OTAN no va a ser dirigido contra Rusia, ¿contra quién va dirigido?
La respuesta la tiene el secretario de Defensa de EE.UU. en Europa, el lugarteniente Robert Bell, quien anunció la activación del controvertido escudo antimisiles.
“Ahora tenemos (EE.UU) la capacidad de proteger a la OTAN en Europa”, afirmó el miércoles al anunciar la activación del sistema el jueves.
“Los iraníes están aumentando sus capacidades y nosotros debemos anticiparnos a eso. El sistema no está dirigido contra Rusia”, dijo a la prensa, agregando que el escudo será entregado pronto al comando de la OTAN.
El plan de despliegue del sistema de defensa antimisiles de la OTAN, aprobado en la cumbre de la Alianza Atlántica en Lisboa (Portugal) en 2010, contemplaba su instalación, en cuatro etapas, hasta el año 2020. El alojamiento de elementos del escudo antimisiles, como radares o bases de lanzamiento, involucraba a Turquía, Rumanía y Polonia, y contemplaba el uso de la base militar de Rota (España) para albergar el componente naval del sistema antimisiles.
Precisamente el viernes, 13 de mayo, se iniciarán las obras para crear una base similar en Polonia, en la localidad de Redzikowo, en función a lo confirmado por fuentes aliadas.
El escudo ya cuenta en la actualidad con cuatro destructores estadounidenses equipados con el sistema antimisiles Aegis, radicados en la base de Rota, mientras que Turquía acoge una estación de radar de alerta temprana del escudo, cuyo mando y control se encuentra en la base aérea alemana de Ramstein.
Por otro lado, Dinamarca y Países Bajos están en fase de modernizar sus fragatas con capacidades de radar de alerta temprana y el Reino Unido se ha comprometido a invertir en radares terrestres para aumentar la cobertura y eficacia del sistema de defensa antimisiles.
El escudo, que se espera que esté plenamente operativo «a lo largo de la próxima década», tiene un coste total de 1000 millones de euros. Cada aliado corre con los gastos de sus propios sistemas y del personal que incorporan al escudo.