El Foro de Comunicación para la Integración de NuestrAmérica (FCINA) rechaza y condena el golpe judicial-mediático-parlamentario que desplazó a Dilma Rousseff, electa por 54 millones de ciudadanos como presidenta constitucional brasileña; golpe que, además de sacar del poder al Partido de los Trabajadores y suspender los programas sociales y otros beneficios para los más desposeídos, significa una amenaza a los procesos de integración en nuestra región.
El carácter retardatario del ilegítimo gobierno interino ha quedado en evidencia en sus primeras acciones: un gabinete no sólo y exclusivamente integrado por hombres blancos, sino que muchos de ellos han sido denunciados por causas judiciales de corrupción; la eliminación del Ministerio de la Mujer y de las Minorías; el cierre del Ministerio de Cultura; y la reducción de los programas sociales impulsados por los gobiernos del Partido de los Trabajadores, que redujeron radicalmente la pobreza en el país.
El golpe en Brasil impactará, sin dudas, en la perspectiva de tener una política exterior regional independiente y promover la vía del multilateralismo en las relaciones globales, intentando imponer su agenda económica de la región, con políticas neoliberales orientadas a desregular las economías nacionales, a proteger a los inversionistas extracontinentales y a desmontar todas las políticas de redistribución de la riqueza, agravando las condiciones de pobreza, exclusión social y vulnerabilidad social de millones de latinoamericanos y caribeños.
Ahora que en Brasil lograron desplazar, aunque por ahora sea solo temporalmente, a Dilma (quien sigue siendo la presidenta, aun cuando esté suspendida de sus funciones), todas las baterías de la derecha regional e internacional se han enfilado contra el gobierno constitucional de la República Bolivariana de Venezuela.
El Foro de Comunicación para la Integración de NuestrAmérica (FCINA) denuncia enfáticamente el intento en curso de derrocar al gobierno legítimo de Venezuela.
El país bolivariano sufre desde hace más de una década una feroz ofensiva por parte de los grupos más retardatarios. Hoy el desabastecimiento por acaparamiento da fe de la existencia de una guerra económica, que va acompañada de focos de saqueos y manifestaciones, y que trata de generar una situación de caos, un detonante para una intervención extranjera, siguiendo el guión del Comando Sur (Operation Venezuela Freedom-2) para fabricar un momento donde puedan coronar el Golpe de Estado.
En el contexto de estas acciones concertadas contra la Revolución Bolivariana, deben verse las declaraciones del ex presidente colombiano Uribe, llamando a un alzamiento militar, junto a la amenaza del secretario general de la OEA, Luis Almagro, de invocar contra Venezuela a modo de pretexto injerencista la Carta Democrática de esa organización. Del mismo modo, la persistente y sistemática campaña de desprestigio montada desde conglomerados mediáticos locales e internacionales.
Valoramos y apoyamos la participación de la UNASUR y la actitud del secretario general Ernesto Samper, en el intento de mediar entre el gobierno bolivariano y la oposición, a fin de intentar evitar la escalada programada.
Por lo demás, la insistencia en la “flexibilización” y la “refundación” de la institucionalidad regional, más allá de ser una demostración de vasallaje, significan lisa y llanamente el desmonte de los procesos de integración regional – Mercosur, Unasur, Celac, Alba-TCP – que lograron su mayor impulso gracias al entendimiento de los gobiernos progresistas de la región, y la promoción de un nuevo proceso de total dependencia a los capitales financieros.
Los medios, redes de comunicación y movimientos sociales nucleados en el Foro de Comunicación para la Integración de NuestrAmérica, exhortamos a las comunidades, las organizaciones populares y a la ciudadanía en general, a movilizarse en defensa de la integración regional, hoy amenazada por el poder de minorías facciosas aliadas con los intereses de dominio global norteamericano.
Convocamos a todos los sectores progresistas y democráticos de Nuestra América a sumar esfuerzos por la plena soberanía, la paz, la profundización de la democracia y el bienestar de las mayorías de nuestra región.