Pese a algunos focos de violencia, el alto el fuego pactado en Yemen entre el Gobierno y los rebeldes de la tribu huti se cumple en buena medida, afirmó hoy aquí un portavoz.
En declaraciones a la prensa, el vocero del Secretario General de la ONU, Stephane Dujarric, insistió en la importancia del cese de las hostilidades, que entró en vigor la víspera, para avanzar hacia la solución del conflicto en el país de la Península Arábiga.
La pausa resulta clave para incrementar la asistencia humanitaria y crear condiciones de cara al comienzo, el 18 de abril en Kuwait, de nuevas negociaciones de paz entre el Gobierno y los rebeldes, precisó.
Dujarric señaló que el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, insta a las partes a respetar el alto el fuego y a enrolarse de buena fe en las pláticas, las primeras en los últimos nueve meses, después de las celebradas en Ginebra el pasado año.
Según el portavoz, los actores de la crisis se comprometieron a cumplir lo acordado, postura fijada ante el enviado especial de la ONU para Yemen, Ismail Ould Cheikh Ahmed, quien lidera los esfuerzos de la organización para sentar a las partes en la mesa de diálogo.
Yemen sufre un conflicto marcado por los combates entre el Gobierno y los rebeldes chiitas de la tribu huti, que escaló en marzo de 2015 con los bombardeos anti-insurgentes de una coalición sunita encabezada por Arabia Saudita.
Naciones Unidas estima que más de seis mil personas perdieron la vida en el país de la Península Arábiga, donde las hostilidades dispararon la crisis humanitaria hasta afectar al 80 por ciento de la población, unos 21 millones de yemenitas.