El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, realiza una visita histórica al Museo y al Parque de la Paz de Hiroshima para rendir homenaje a los cientos de miles de víctimas del bombardeo atómico estadounidense.
Kerry, más los jefes de la Diplomacia del Reino Unido y Francia y de otras potencias nucleares: Japón, Italia, Canadá y Alemania, todos miembros del Grupo de los Siete, han hecho este lunes una ofrenda floral a las más de 250 mil víctimas de la tragedia.
Kerry que, según un funcionario de EE.UU., no ha viajado a Japón para pedir disculpas a la gente de Hiroshima por el bombardeo atómico estadounidense de 1945, ha dicho, no obstante, ante la prensa que su visita al Parque de la Paz es importante para estrechar la alianza entre Tokio y Washington y aumentar sus cooperaciones.
A su vez, el ministro británico de Exteriores, Philip Hammond, ha subrayado que el acto de hoy «supone el reconocimiento y la afirmación de nuestra responsabilidad para evitar la guerra en el futuro, y nuestro compromiso para hallar soluciones pacíficas a los problemas».
Tras ese acto histórico, los cancilleres del G7, que se encuentran reunidos desde el domingo en Hiroshima, tienen previsto adoptar una resolución conjunta con el marbete de «Declaración de Hiroshima» con el fin de «enviar un mensaje contundente para lograr un mundo libre de armas atómicas», sostuvo el domingo el titular nipón de Exteriores, Fumio Kishida.
El evento ha tenido lugar pese a las protestas y sentadas celebradas el domingo frente al Parque de la Paz de Hiroshima, donde los indignados condenaban la actitud del G7, compuesto por los siete países más industrializados del mundo, y su visita a esta ciudad.
La reunión ministerial del G7 sirve de preparación para la cumbre de los jefes de Gobierno del club, prevista para los días 26 y 27 de mayo en el parque natural de Ise-Shima, también en Japón.
Los manifestantes protestaban por la visita de los líderes de las potencias nucleares, particularmente del presidente estadounidense, Barack Obama, a su país, denunciando que los líderes occidentales no se esfuerzan por el desarme nuclear a nivel mundial.
«Ellos (los cancilleres del G7) llegaron hasta Hiroshima para decir que se librarían de las armas nucleares, todo es mentira», dijo el organizador de la protesta, Kyoko Taniguchi.
Las bombas atómicas lanzadas por EE.UU. en Hiroshima el 6 de agosto de 1945 acabaron con la vida de casi 140 000 personas, y tres días después lanzaron otra bomba en la ciudad portuaria japonesa de Nagasaki, donde murieron 70 000 personas.