Mientras los trabajadores portuarios y varios diputados y senadores regionales respaldan la protesta, la Central Unitaria de Trabajadores de Chile (CUT) está trata de bajar el movimiento e insta a negociar de el proyecto del Gobierno.
Los trabajadores públicos norteños enfrentan desde hace semanas un tremendo desafío: hacer que el Gobierno cumpla su compromiso, adquirido en 2014 de pagarles el bono anual. La lucha que los empleados públicos están llevando a cabo suma hoy su 57º día, y en este punto la movilización agarra más fuerza con el apoyo de los trabajadores de la Unión Portuaria, que a partir de mañana empiezan una huelga parcial en solidaridad con sus compañeros atacameños.
Serán una cuarentena de portuarios los que este miércoles marcharan junto a los funcionarios públicos para respaldar la protesta. “Apoyamos la movilización por dos razones -explicó a El Ciudadano el vocero del gremio, Daniel Riquelme-. Primero, porque la Unión Portuaria ha tenido siempre solidaridad con otros sectores movilizados como estudiantes, profesores, etc. La otra razón tiene que ver con la centralización política y administrativa que la Unión Portuaria vive en carne propia”. Y añadió: “Lo que pasa en Atacama es un reflejo de las necesidades que la regiones que tendrán que ir levantando en materia de salud, de calidad del agua, del aire, etc.”
Los de la Unión respaldarán la movilización de forma gradual, es decir, intensificarán la paralización según vayan desarrollándose los acontecimientos: “primero regional, después nacional y, finalmente, agregándole más horas, etc.”, puntualizó el vocero.
La CUT busca el freno
Fuentes locales aseguran que mientras la postura de la ANEF regional, liderada por Luis Santoni, mantiene su posición “del todo o nada”, la CUT “está tratando de bajar el movimiento y probablemente se producirá un quiebre en la Mesa del Sector Público”.
Según las mismas fuentes, la CUT quiere aprobar en general el proyecto de ley presentado por el Ejecutivo, que entrega a los trabajadores un bono “extraordinario” de 200.000 pesos una sola vez, y rechazarlo en particular. El sindicato buscaría así “renegociar algunos puntos y subir la cantidad del monto”. Sin embargo, “los otros problemas que reclama la región quedarían pendientes de resolver”.
La semana pasada la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados rechazó el proyecto. Esto, luego de que los funcionarios públicos establecieran alianzas con los parlamentarios regionales para que votaran en contra de la propuesta del Gobierno, que consideran que se presentó a sus espaldas y sin pedirles opinión. En los próximos días la propuesta pasará al Senado.
Apoyo de diputados y senadores
Una de las muestras de apoyo más evidentes de los diputados y senadores de la región ha sido precisamente su voto en contra del proyecto.
Además, el senador Alejandro Navarro junto a sus pares Baldo Prokurica y Alejandro Guillier, presentaron un proyecto de acuerdo que busca que el Gobierno cumpla y acate de manera íntegra el Protocolo de Acuerdo que pactó con los funcionarios públicos. Dicho documento ha recibido, por el momento, el apoyo de una quincena de senadores.
Paralización sin vistas a deponerse
La asamblea de este martes aprobó por un 82% seguir con la huelga y no ceder si no se aparta de la mesa la propuesta gubernamental del “bono extraordinario”.
Los empleados públicos defienden que sus reivindicaciones van mucho más allá del bono económico y pasan por “un nuevo trato para Atacama” que tiene que ver con mejoras en la salud, educación, vivienda, medioambiente, etc.
Además, la ANEF regional está trabajando su propia propuesta que contempla subrayar estas cuestiones relativas a la calidad de vida, la inclusión de los trabajadores que quedaron excluidos del protocolo de 2014 y, la exclusión de los cargos de confianza como intendente, seremis o directores de servicio. El documento será presentado a la intendencia en los próximos días.
Meritxell Freixas