Mar del Plata, viernes 8 de abril. Frente a la sede del gobierno municipal, los artistas locales insistieron en defender el derecho a la cultura popular, dando vida a un festival colorido y lleno de energía.
Poco después de las 10 de la mañana y hasta primeras horas de la tarde hubo música, circo, actuaciones, plástica, baile, murga y una alegría contagiosa que hizo sonreir y reir al público, que lo sacó a bailar y lo mezcló con los artistas.
A pesar del conflicto que motivó la convocatoria, el clima general fue festivo. Protagonistas y asistentes disfrutaron estar juntos, reencontrarse. Unos, haciendo lo que más les gusta hacer, para gente que espera que lo hagan; otros, volviendo a darse el gusto de escuchar, de ver, de asombrarse, de apreciar el arte que el otro interpreta. Ese modo de sentir, de sentirse mutuamente, era precisamente lo que estaban defendiendo.
Arte y reclamos se fueron mezclando. Entre número y número se leyeron innumerables adhesiones y se reiteraron denuncias como las divulgadas por la Asamblea de trabajadores en un comunicado del día anterior.
“El gobierno adeuda 634.000 pesos a la Comedia Municipal, 204.300 a Escenario Andante y 1.442.000 a los capacitadores de Almacenes culturales, Usinas artísticas, Liberarte, Museos y Orquesta Infanto Juvenil.”
“La Secretaria de cultura nos dijo que para la semana próxima consiguió un principio de pago estimado en 250.000 pesos, menos del 10% de lo adeudado”.
“La crisis económica que manifiesta la actual gestión, no es concordante con el dinero destinado a pagar los sueldos de los ocho puestos políticos de la Secretaria de Cultura, que suman más de 250.000 pesos mensuales.”
Uno de los trabajadores aclaró: “No es cierto que nos estén pagando 400 pesos por hora. Aun si llegamos a cubrir 20 horas de trabajo por semana, los capacitadores no alcanzamos a cobrar 8000 pesos por mes. Y nos deben desde diciembre.”
El conflicto es serio. Es preocupante para los trabajadores y para el futuro de la cultura en una ciudad que tiene un caudal creciente de artistas de enorme calidad, que además de buenos son solidarios, que están siempre en todas partes, para todo y para todos. Seguramente el ensamble entre esas cualidades sea la explicación para el cariño que les tiene la gente, para el cariño que les tenemos.
Artistas–trabajadores siguen en asamblea permanente y los que somos su público seguimos atentos, dispuestos a seguir acompañándolos en la defensa de lo que es de todos. Con alegría, como ellos nos pidieron y como nos gusta.