Por Rossana Ayabaca.
El pasado viernes 8 de abril, en el edificio sede de la ONU, en la ciudad de Quito, varios medios de comunicación fueron invitados por María Clara Martín, representante de ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) y Sonia Aguilar, Oficial Asociada de Información Pública de dicho organismo, para tratar la crisis actual de los refugiados y desplazados alrededor del mundo.
Es muy importante aclarar que refugiado y desplazado no son sinónimos; el primer concepto se refiere a alguien que logra salir de su país, mientras que el segundo se refiere a alguien que debe quedarse en el mismo pero fuera de su hogar, buscando la manera de poder cruzar la frontera; sobre ambos casos, la ACNUR, presenta cada año dos informes, uno en junio y otro en diciembre, para dar a conocer las cifras de refugiados a nivel mundial y es preocupante ver que, hasta el 2014, existe una crisis comparable con la II Guerra Mundial y con una cantidad de poco más de 20 millones de refugiados, número que no se veía desde el año 1992.
La crisis de los refugiados ha aumentado en un 78% a nivel mundial, de tal forma que si los reuniéramos a todos en un solo país, éste sería el 24vo. Estado más poblado del mundo; Siria es el país con la mayor crisis a causa de los 15 conflictos armados que se han reactivado en estos cinco años. De ser una población de 20 millones de personas, han huido las ¾ partes de su población.
Por otra parte encontramos que en América Latina, el mayor número de solicitudes de refugio provienen desde Centroamérica, seguramente a causa del fuerte crecimiento de enfrentamientos armados entre pandillas; en El Salvador se presenta el índice más alto de asesinatos; y en el resto de Latinoamérica se presentan casos de tortura, extorsión, abuso sexual, etc.
Pero no todo es negativo, los países de la región, entre ellos Ecuador, han ratificado su compromiso con los refugiados y la ACNUR está presente para apoyar en este proceso, trabajando con las instituciones del Estado, ONG’s, empresas privadas y ciudadanía en general, con el fin de insertar a las personas refugiadas a la vida activa de la sociedad, son muchos los casos de personas que se han convertido en miembros productivos para el país que los ha acogido.
En nuestro país, poco más del 95 % de refugiados son de Colombia y el 5%restante son de varias nacionalidades; también se han presentado casos de menores de edad que han llegado solos, pero es una cifra muy baja; también han llegado adolescentes a los que ACNUR ha logrado vincular en la vida escolar y han posibilitado el acceso a la salud. Quienes ven que en sus países de origen existe una posibilidad de volver, tienen la ayuda del organismo que los acompaña en el proceso de reasentamiento.
El principal problema que ve ACNUR es la xenofobia, lo que hace difícil, especialmente para los niños y adolescentes, el adaptarse al medio y es ahí que hacen un llamado a los medios de comunicación para crear una cultura de tolerancia, cuidando mucho el lenguaje y la manera en que se presentan las noticias sobre los extranjeros. Es importante que, por ejemplo, se haga hincapié en que los refugiados en nuestro país trabajan y crean fuentes de trabajo, incluso ahora ya se ha logrado que muchas cooperativas y ciertos bancos les permitan abrir sus cuentas con su identificación de refugiados, además pagan impuestos con lo que aportan al bienestar de la sociedad.
Construir esta cultura de la tolerancia y la inclusión es una tarea de todos y todas.