La Jornada nacional por la democracia que se realizó este jueves (31) en varias ciudades brasileras, quedará eternizada en la historia del país.
Por Luma Perobeli para Mídia NINJA. Fotos de Mídia NINJA
Rico, pobre, negro, blanco, hombre, mujer, niño y viejo: multitudes fueron arrastradas por las calles de diferentes ciudades, llevadas por el sentimiento de democracias.
Vestido con mucha música, el acto reunió más de 70 mil personas en el Largo da Carioca. Independientemente de su edad o historia, todos saben que el juicio político a la presidenta Dilma Rousseff es un retroceso para el país. Pero para quien tenía alguna duda, hubo respuesta: «si las cosas están sucediendo, si los políticos están siendo denunciados, es porque hay una Policía Federal en que la interferencia política no incide. Y lo que quieren es un golpe para paralizar esas investigaciones. Quien quiere asumir son los que están siendo investigados», disparó Luiz Sérgio, diputado federal por Río de Janeiro.
En el palco, una señora trajo la paz y la alegría previstos para el acto. En una mano, una bengala y una flor y en la otra, un cartel con la bandera de Brasil y un pedido de respeto:
«Yo no soy petista pero admiro el gobierno de Lula, que debería ser admirado por haber llegado adonde llegó y conducir el país mucho mejor que muchos intelectuales que estuvieron en su lugar. Por eso estoy aquí en la calle defendiendo mi voto, por el Brasil, por la justicia y por la igualdad de derechos. Si vamos a fiscalizar al PT, tenemos que fiscalizar a todo el mundo. La justicia no puede ser dividida.»
La presencia más aclamada por la multitud fue la del músico Chico Buarque, quien defendió la lucha por la democracia independientemente del partido o candidato que se hubiera votado, e hizo un agradecimiento. Vea el discurso de Chico.
El acto político–cultural también contó con la presencia, entre otros, del cantor B-Negão y de los diputados Wadih Damous, Marcelo Freixo y Jandira Feghali que habló a favor de las mujeres y recordó la sombría historia de la misma fecha: «hace 52 años, quien estaba en las calles eran los caballos y los tanques. Hoy son las mujeres y los hombres trabajadores». Cerrando su discurso, Jandira hizo un pedido a todas las brasileras, representadas allí por los presentes en el acto:
«Yo quiero pedires a ustedes que no nos inclinemos de ninguna forma. Manténgase firmes, porque estamos muy cerca de la victoria.»