Corea del Norte ha anunciado que mientras no haya un acuerdo permanente de paz en la península coreana, no paralizará bajo ninguna condición sus actividades nucleares como las pruebas atómicas.
El país norcoerano ha expresado una vez más su plena preparación ante las amenazas de su vecino sureño y su aliado occidental (EE.UU.), a la vez que subrayó que mientras Seúl es títere de los proyectos beligerantes de la Casa Blanca, ambos países vecinos no llegarán a la paz y no se resolverá ningún problema.
“Todos los años somos testigos de grandes maniobras y movimientos militares de Estados Unidos y Corea del Sur en la región”, según ha informado este miércoles la agencia oficial norcoreana de noticias KCNA.
De acuerdo con la fuente norcoreana, el Acuerdo de Armisticio de Corea alcanzado hace 6 décadas, ya no está vigente y hay que cambiarlo con un nuevo acuerdo permanente de paz.
A pesar de que Washington y Seúl le pusieron la condición de frenar las actividades atómicas a Pyongyang para luego conversar sobre un acuerdo de paz, Corea del Norte ve sus actos como resultado de las amenazas violentas y presiones agresivas de estos dos países aliados.
Estados Unidos y Corea del Sur insisten en aplicar nuevas sanciones fuertes contra Pyongyang, mientras Pekín y Washington han entregado un borrador de la resolución de nuevos embargos al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
Igualmente, el martes, en el 97º aniversario del Día de la Independencia del Movimiento contra el dominio colonial de Japón entre 1910-1945 de la península coreana, la presidente de Corea del Sur, Park Geun-hye, dijo que obligarán a su vecino norteño a paralizar su desarrollo nuclear.
“Si lo dejamos, Pyongyang llevará a cabo una quinta y sexta prueba nuclear, que amenaza la estabilidad en el noreste de Asia y la paz en el mundo, así como la supervivencia del pueblo coreano», expresó Geun-hye, según informó la agencia noticiera china, Xinhua.
Mientras algunos países han expresado su preocupación por las armas nucleares norcoreanas y por una eventual ofensiva de la nación asiática, el Gobierno del líder norcoreano, Kim Jong-un, afirma que sus actividades nucleares no son ofensivas, sino que tienen fines pacíficos y de autodefensa ante el belicismo estadounidense y las maniobras militares conjuntas Washington-Seúl.