“Nadie deberá tener duda que esta campaña tiene un extraordinario momento y que tenemos un sólido sendero de victoria estado tras estado y allanando un sendero político. Nuestra revolución es la mejor oportunidad que tenemos para enfrentar a Donald Trump o cualquier otro republicano”, declaró el aspirante presidencial demócrata Bernie Sanders, luego de coronar su triunfo de este sábado al ganar las elecciones primarias en Hawai, tras liderar también en los comicios de Alaska y Washington.
Con un recuento del 100% de casillas y en una proporción similar al de los otros comicios, el senador por Vermont obtuvo en Hawai 70.6% contra 29.2% que recibió la candidata Hillary Clinton. Agregó “quiero agradecer a la gente de Hawai por su sólido respaldo y por provocar un gran número de votos en los caucus de este sábado”.
La victoria en Hawai podría significar “un poderoso impulso sicológico a sus seguidores a fin de acercarse a la candidata puntera Clinton en la búsqueda del número clave para conseguir la nominación partidista”, aseguran los expertos. De esta forma, a las siguientes elecciones primarias se les añade más expectación y en especial la del 19 de abril en Nueva York, estado donde Clinton ganó como senadora federal y antes el 5 de abril en Wisconsin, entre otros estados.
Clinton ha logrado mil 711 de los 2 mil 383 delegados que se requieren para obtener la nominación presidencial de su partido, mientras que Sanders ha acumulado 952.
Sobre Sanders, Josh Dawson, veterano de la guerra de Afganistán y ferviente simpatizante, aseguró, “en este país ha empezado una revolución”. Como todos los seguidores que aseguran “sentir a Bernie” (Feel the Bern! es el eslogan de la campaña), Dawson sueña con transformar América: “Sin cerrar las puertas a los mexicanos, ni estigmatizar a los musulmanes, sino poniendo fin a los especuladores y haciendo que los poderosos rindan cuentas”.
Ellos se llaman revolucionarios. El propio Sanders, de 74 años, accede a los podios de los mítines preguntando si alguien quiere comenzar una revolución. Clinton, de 68 años, los llama soñadores y asegura que no viven en “el mundo real”. “Ninguna revolución ha empezado desde arriba”, recordaba Sanders en un mitin en Des Moines. “Las revoluciones se empiezan desde abajo, por gente como ustedes, que uno a uno apuesta por el cambio”, exclamaba.