Por Marcela Latorre*
El Día Internacional de la Mujer Trabajadora surge por un grupo de mujeres socialistas que lucharon por la igualdad de derechos, lo que se quería conseguir era que la mujer tuviera derecho a voto, a ocupar cargos públicos, derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
Mucho hicieron las mujeres por ir abriéndose espacios que estaban totalmente pensados para los hombres. Hoy; estudiamos, trabajamos, votamos y ocupamos cargos públicos, pero seguimos siendo discriminadas y peor aún, somos vistas como ingenuas mujeres que sólo gustan de pequeñeces. Es cosa de ver las celebraciones que llueven en lienzos públicos, donde alcaldes y concejales invitan a celebrar este día con shows y “circo”. ¿En qué mujer están pensando cuando creen que estaremos contentas con cumbia y reggaeton?
Las mujeres necesitamos encontrarnos, recobrar esa fuerza de nuestras antepasadas que lucharon por sus derechos, esa convicción de las mujeres que pese a todas las resistencias, avanzaban, siendo incluso quemadas.
Las mujeres necesitamos celebrar con reflexión, que nos inviten a conversar sobre el futuro, a construir el mundo desde lo mejor que entregamos con lo virtuoso de nuestro género.
Las mujeres necesitamos poner en el mundo un manto de paz, que abrace y contenga con cariño y alegría esta Tierra tan maltratada y violenta.
Las mujeres necesitamos contar de nuevo la historia tan manipulada por los hombres, la verdadera historia, la que se funda en los avances, en los momentos de humanización. Antes de que los hombres supieran que eran parte importante de la llegada de niños al mundo, las mujeres éramos consideradas diosas, las diosas fértiles que hacíamos crecer a la humanidad y era otro el trato hacia nosotras.
Las mujeres necesitamos que nos celebren aprobando las leyes que nos respetan, cambiando esas normas hechas por hombres que nunca tendrán a un ser vivo adentro del cuerpo y hablan de moral mientras le roban a los que votan por ellos.
Las mujeres necesitamos tejer las redes que han roto los acontecimientos dominados por algunos inhumanos poderosos, necesitamos agrupar, pasar el mate tibiecito por las manos de cada persona que tiene sueños y proyectos, que sólo crecen en conjunto y no individualmente como nos hacen creer.
Las mujeres necesitamos el espacio para conectar con lo espiritual y traer la mística necesaria para ser felices, llenar de ritos y ceremonias que nos ayuden a mirarnos desde un lugar sagrado.
Las mujeres necesitamos tener la certeza de que nuestros hijos, nietos y los que vengan, serán desarrollados integralmente, donde la educación los habilite para encontrar su sentido en la vida y no los llene de contenidos que los alejan de su humanidad.
Las mujeres necesitamos celebrar sumando a los hombres, a los que entienden la importancia de complementarnos, esos hombres que nos impulsan, que nos aman, que nos hacen sentirnos bellas, que nos hacen felices.
Porque no son las mujeres ni los hombres, todos hemos permitido de una u otra manera, que tenga que haber un Día de la Mujer, pero somos todos juntos los que tenemos que propiciar el valor de cada ser humano que habita este planeta.
*Marcela Latorre es actriz, periodista, pedagoga teatral e impulsora de la CoPeHU en Chile.