En el día de hoy la Presidente de la República ha promulgado para su publicación en el diario oficial la ley de carrera docente. Por supuesto, se ha realizado una puesta en escena comunicacional que pretende mostrar esto como un gran logro y enorme avance para la calidad de la educación. Y esta operación propagandística ha contado con la complacencia del oficialismo del Colegio de Profesores quienes se han prestado para intentar mostrar una imagen de satisfacción del profesorado, la cual es completamente carente de realidad.
Por nuestra parte, decidimos no asistir a esta ceremonia, precisamente porque no estuvimos dispuestos a mostrar ante la ciudadanía esa engañosa imagen.
Conocemos en forma directa la opinión del profesorado de base. Es claro e irrefutable que en el magisterio hay mucha disconformidad con esta carrera docente, claramente lo decimos…
¡Esta no es nuestra carrera!!
Esta carrera mantiene la idea de la certificación, lógica que proviene del mundo empresarial y que es completamente ajena al quehacer pedagógico. Si bien es cierto es un proyecto “menos malo” que el que ingreso al parlamento, no es la carrera que hemos demandado los profesores y que necesita la educación chilena. Y justo es decir, que si este proyecto es menos malo que el original, se debe única y exclusivamente a las multitudinarias movilizaciones docente del año pasado, que obligaron al gobierno y el parlamento a moderar algunos de sus aspectos más arbitrarios y abusivos contenidos en el proyecto original.
Que no se engañe la ciudadanía, que exista un cierto mejoramiento en las rentas docentes no es suficiente. Es necesario recuperar el concepto integral de la educación, educar no es adiestrar para las pruebas estandarizadas como pretende hoy el sistema. Educar es un proceso complejo, diverso, integral, que no puede reducirse a la presión por los rendimientos. Esta carrera persiste en esa nefasta lógica y por tanto desde ya declaramos que en un futuro ojalá no muy lejano deberemos modificar en profundidad esta ley promulgada hoy porque no es la carrera docente que requiere la educación chilena.