El perfil del captado es un joven menor de 25 de años.
El encuentro, celebrado el pasado sábado, fue organizado por una asociación de la vecina localidad marroquí. Las ponencias versaron sobre el marco legal y policial empleado para combatir el terrorismo, las terribles experiencias de las víctimas y la perversión que del islam comportan los mensajes de los terroristas.
Expertos en terrorismo yihadista de la judicatura y la abogacía, víctimas y consejos religiosos hispano-marroquíes se dieron cita el pasado sábado en Castillejos para analizar el fenómeno terrorista de inspiración yihadista.
El encuentro fue organizado por la asociación para el desarrollo y la cultura “Sí Podemos” de la vecina Fnideq (Castillejos), localidad que en los últimos años se ha convertido en uno de los lugares de captación de yihadistas en Marruecos.
En el acto, se presentaron distintas ponencias relacionadas con la lucha antiterrorista defendidas por ilustres personalidades del mundo de la judicatura y la abogacía, de organizaciones religiosas, representantes de las víctimas de atentados, colectivos por los derechos humanos del país vecino y una delegación de la Confederación Española de Abogados Jóvenes.
En el escenario de la Casa de la Cultura de Castillejos, los intervinientes marroquíes expusieron la política que su país viene adoptando en materia de lucha contra el terrorismo fanático y las medidas impulsadas para prevenir la radicalización de jóvenes, víctimas de la falta de oportunidades, el paro y la marginación social que se ven seducidos por organizaciones como Al Qaeda o ISIS.
La condición de Fnideq como ciudad marginada fue valorada por los ponentes a la hora analizar su situación respecto a las actividades de las organizaciones terroristas. Según quedó de manifiesto, un alto índice de ciudadanos se han integrado en organizaciones yihadistas en un número que el decano de los abogados de Tetuán reconoció como “alarmante”.
Según un muestreo elaborado por la magistratura marroquí y presentado durante la jornada, el 67% de los marroquíes que son captados por las organizaciones terroristas tienen edades comprendidas entre los 15 y los 25 años. De ellos, la gran mayoría pertenece a las clases sociales más bajas, apenas poseen estudios primarios y viven en los suburbios marginales de las ciudades, lo que les convierte presas fáciles del radicalismo.
Los jueces marroquíes participantes en las jornadas explicaron los métodos adoptados por el Gobierno de Rabat para combatir el terrorismo, entre los que citaron el ahogamiento financiero de las células o la creación de la unidad policial judicial coordinada con los distintos cuerpos de seguridad del estado.
Por parte española, la abogada y jurista Mara Monreal, de la asociación de Abogados Jóvenes de Málaga, aportó algunas reflexiones sobre el régimen jurídico y penal de los detenidos por acciones terroristas. Monreal se pronunció en contra de la nueva cadena perpetua revisable, una pena que, a su juicio, conculca derechos y no garantiza de manera alguna la prevención de los delitos.
Víctimas
El testimonio más emotivo de la tarde vino de la mano del minuto de silencio observado en homenaje a las víctimas de atentados terroristas. Una de las invitadas a las jornadas era, precisamente, la profesora Souad Begdouri, presidenta de la Asociación Nacional de Victimas del Terrorismo de Marruecos, que perdió a su marido y un hijo en el atentado contra la Casa de España en Casablanca el 16 de Mayo de 2003, en el que murieron 45 personas.
Begdouri se mostró firme al reivindicar la memoria de los que “han sido asesinados por la sinrazón y el fanatismo responsable de que haya muchos entre nosotros que han perdido las ganas de vivir después del fatídico 16 de mayo de 2003”.
La presidenta de la asociación agradeció que el rey Mohamed VI considerara a los hijos de las víctimas como “protegidos de la nación”, pero insistió en no olvidar la memoria de los muertos y reclamó un monumento a los caídos a causa de atentados terroristas. “Animo a los maestros y profesores del país a educar en valores de igualdad”, subrayó.
Begdouri destacó la importancia de que el sistema educativo se implique a la hora de establecer unos protocolos de actuación contra la pobreza y la marginación.
Para cerrar la cita, tomó la palabra el rector de la mezquita de Evry-Courcourness de París, el ceutí Khalil Merroun, quien situó su discurso en la necesidad de presentar el islam como una religión de paz, al tiempo que advirtió el riesgo que corre con la proliferación de estos mensajes radicales. “Están intentando criminalizar el Islam con sus acciones –apuntó Merroun- Han de saber que luchar no es matar, es defender y combatir a aquellos que presentan el islam como una religión de odio”.