Por Rossana Ayabaca
El martes 29 se realizó en Quito la audiencia de apelación del caso Bicknell-Rothon; desde las 10:00 a.m en las afueras de la Corte Constitucional se dieron cita organizaciones feministas y el movimiento LGBTI para apoyar a las madres de la pequeña Satya; también se presentaron movimientos Pro- vida, quienes manifestaron su descontento con las familias homoparentales.
Tania Macera, persona cercana de la familia Bicknell-Rothon, se dirigió a los medios para mostrar su indignación ante los argumentos del movimiento Pro- vida, a quienes acusó de no pensar en el bienestar de la pequeña Satya y de los niños en general, ya que, desde su punto de vista, todas estas personas juzgan a las familias homoparentales pero en el momento en que un niño es abandonado por uno o ambos padres heterosexuales, ninguno de ellos se moviliza u organiza un plantón por los derechos de esa criatura.; además recalcó que con su lema de: “Derecho a tener un papá y una mamá”, se defiende una imagen retrógrada de la familia, en donde realmente la madre es la que siempre llevaba la carga de los hijos.
Macera añadió que por otro lado existen padres que deben ser forzados a través de juicios de reconocimiento para asumir su responsabilidad y aún así, tan solo se logra que pasen una pensión alimenticia pero son ausentes en la vida de los hijos, mientras que en este caso existe la presencia de una mujer que ha asumido la responsabilidad de criar a la niña y procurar su bienestar, desde el momento de la concepción de la misma.
Durante la audiencia, el abogado defensor de las madres, expuso que la sentencia dada por los jueces, deja mucho que desear de la justicia ecuatoriana, ya que hasta ahora la niña no cuenta con la nacionalidad ecuatoriana, a pesar de haber nacido aquí, cosa que perjudica sus intereses jurídicos, académicos y demás; los jueces están negando lo que la Constitución reconoce, que es la diversidad familiar, cosa que no debe quedar en un simple discurso, sino reconocerle su espacio en la realidad.
Antes de la audiencia Amparo Medina, de Red Vida y Familia Ecuador, quien es contraria a las familias homoparentales, señaló que la familia Bicknell-Rothon, está faltando a la ley, que si bien reconoce a las familias diversas, no especifica que sean personas del mismo sexo las que se hagan cargo de la crianza de un niño, porque le causan un daño en su desarrollo psicológico, al ser el género una parte importante de la estabilidad.
La defensa de la contraparte dice que no se ha vulnerado ningún derecho, además de que no existen antecedentes legales de familias homoparentales, por lo que los jueces deben actuar sobre lo demostrado.
Las partes deberán, en un plazo de tres días, presentar sus argumentos a la jueza Tatiana Ordeñana, quien a su vez pasará su decisión a la Corte Constitucional, para así dar una sentencia definitiva al caso Bicknell- Rothon.