Las diferentes colectividades que participaron en la marcha consideran que los acuerdos parciales que han alcanzado el gobierno y las FARC en La Habana no han estado respaldados con acciones y decisiones del gobierno, en cambio la respuesta de éste ha sido la de restringir derechos y menguar las condiciones de vida del pueblo colombiano.
Por Agencia Prensa Rural
Este jueves 17 de marzo se realizó la gran movilización en el marco de la jornada nacional de paro convocada por las diferentes centrales obreras y por las organizaciones sociales populares.
Un paro sintonizado con lo que ocurre en La Habana y que en todas las regiones del país expresó su rechazo a la política económica y su respaldo a la paz.
La lluvia no fue impedimento para que las miles de personas que habían manifestado días atrás su decisión de movilizarse lo hicieran de manera emotiva y pacífica.
«Hacerle un paro a Santos no es hacerle un paro a la paz. Por el contrario: lo que aquí estamos pidiendo es que pare hasta la guerra. Y por ende lo que aquí se demuestra es que la gente sí quiere paz, pero una paz acompañada de la justicia social. Hay una enorme inconformidad frente a las políticas sociales, el aumento pírrico del salario mínimo, la venta de Isagén, la situación en La Guajira», señaló David Flórez, vocero del movimiento social y político Marcha Patriótica.
Gloria Flórez, del movimiento Progresistas, aseguró que «esta manifestación es para decir que, si bien exigimos una paz con inclusión y con respeto a los derechos humanos, estamos con un compromiso pleno con que pare la guerra e iniciemos un proceso de construcción política y social que nos permita garantizar un país soberano, libertario, justo y con derechos para todos».
Las calles de Bogotá se llenaron de estudiantes, mujeres, jóvenes y especialmente trabajadores.
«Aquí está reunido todo el movimiento alternativo de Colombia. Estamos marchando juntos todos los sectores de la izquierda desde la perspectiva política, pero también las organizaciones sindicales, pensionales, estudiantiles, agrarias, en fin: aquí está toda la inconformidad social y política del país marchando para pedir la reconducción del modelo económico», manifestó Clara López, del Polo Democrático Alternativo.
Jaime Caycedo, secretario general del Partido Comunista Colombiano, dijo que «estas movilizaciones gigantescas, cívicas, ciudadanas, del movimiento sindical, unitarias, están abriendo los ojos de una pedagogía de la paz que es la de la justicia social como componente esencial de la paz en el país».
La céntrica y emblemática plaza de Bolívar fue el punto de encuentro de marchas que partieron de diferentes localidades de la ciudad. Allí se reunieron las más de 40 organizaciones que habían convocado esta gran movilización.
«Yo creo que este es un momento en el que hay que propiciarle confianza al pueblo colombiano para respaldar el proceso, para la implementación de acuerdos, y es lo que se está haciendo. Hay agendas aquí de todo tipo, planteadas en el pliego de 15 puntos. Muy importante entonces es que el campesino sea reconocido como un sujeto político de derechos, que se defienda la economía, que se revisen los tratados de libre comercio, que se revise la política privatizadora y que defendamos lo público», señaló Alberto Castilla, del Congreso de los Pueblos.
Eberto Díaz, de Fensuagro, puntualizó: «Esta es una demostración de que los sectores populares tienen un gran inconformismo con las políticas antisociales del gobierno de Santos, pero que al mismo tiempo están diciendo que la paz es una posibilidad real en el país, que no podemos dejar perder esta oportunidad».