Por Leonel Ayala
Esta madrugada, aproximadamente a la 01:00 horas, fue asesinada la coordinadora del Consejo de Pueblos Indígenas de Honduras (COPINH) Berta Cáceres, en su casa de habitación, localizada en la ciudad de la Esperanza, departamento de Intibucá, zona centro occidental de Honduras. Cáceres era defensora de los derechos humanos y del medio ambiente, coordinaba las luchas de la comunidad indígena Lenca y movimientos campesinos.
En el asesinato, típico de escuadrones de la muerte, resultó herido también un hermano de Cáceres, quién informa, que los asesinos forzaron las puertas para entrar a la vivienda y con armas de fuego dispararon contra ellos. Berta Cáceres compareció la semana pasada en rueda de prensa para denunciar el asesinato de varios dirigentes de su comunidad indígena, así como amenazas en su contra; no obstante que tenía medidas cautelares, el Estado no le dio la protección debida. Por las características del hecho, algunos dirigentes populares y partidos de oposición, acusan al estado directamente y se califica como un crimen político.
En abril del 2015, Berta Cáceres recibió el Premio Medioambiental GOLDMAN, de reconocimiento mundial para defensores del medio ambiente. Había centrado sus luchas recientes, oponiéndose a la construcción de proyectos hidroeléctricos en ríos “sagrados” de los pueblos originarios. Cuando recibió el premio declaró: «Me siguen. Me amenazan con matarme, con secuestrarme. Amenazan a mi familia. Esto es a lo que nos enfrentamos».
La líder indígena, se identificó con la resistencia hondureña contra el golpe de estado del 2009 contra el presidente Manuel Zelaya Rosales.