Por Andrés Reliche
Mientras Europa vive una crisis sin precedentes por la llegada masiva de migrantes que huyen de conflictos bélicos y ha establecido una política de puertas cerradas, Ecuador, un pequeño país de Suramérica, es considerado como un referente mundial en la acogida de refugiados, el 95,14% provenientes de Colombia.
A partir del año 2000, con la implementación del denominado “Plan Colombia para la paz” por el gobierno colombiano, ocasionó que miles de campesinos deban salir huyendo como consecuencia de los constantes enfrentamientos entre el ejército colombiano y grupos armados. Por otro lado, por las fumigaciones con glifosato en zonas extensas en las que no solo existían cultivos de coca o amapola sino también cultivos lícitos, que significaban el sostén económico de familias; y la afectación a la salud de la población por los químicos utilizados, el número de solicitudes de refugio se incrementó con la migración masiva de ciudadanos colombianos, los cuales llegaron a Ecuador en busca de protección internacional.
Según datos del Viceministerio de Movilidad Humana, Ecuador ha recibido 233.049 solicitudes, y se ha otorgado el estatus de refugiados a 60.253 personas. De esa cifra, 57.325 son de nacionalidad colombiana.
El otro porcentaje, proviene de hasta 70 nacionalidades, entre ellas Afganistán, Irak e incluso Siria, según dijo a ANDES Sonia Aguilar, oficial de Información Pública de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Ecuador ha enfrentado un gran reto, basado, principalmente, en la necesidad de generar políticas públicas migratorias que permitan al Estado actuar de manera eficiente y eficaz, y enfocadas a proveer asistencia a los solicitantes y a sus familiares, dijo la viceministra de Movilidad Humana, María Landázuri, consultada por ANDES.
Compromiso constitucional de protección
El compromiso de protección a las personas en situación de refugio, no se ha limitado al reconocimiento del estatus migratorio, pues el Estado trabaja en políticas públicas en los ámbitos de salud, educación y trabajo, lo cual le significa una inversión anual de 40 millones de dólares aproximadamente, informó la viceministra.
En este valor se considera que el ciudadano refugiado, conforme dispone la Constitución de la República del Ecuador, tiene los mismos derechos que un ciudadano ecuatoriano, por lo que accede a servicios gratuitos, como: educación, salud, servicios básicos subsidiados, entre otros.
El artículo 40 de la Constitución reconoce a las personas el derecho a migrar y establece que no se identificará ni se considerará a ningún ser humano como ilegal por su condición migratoria. El artículo 41 reconoce “los derechos de asilo y refugio de acuerdo con la ley y los instrumentos internacionales de derechos humanos”. Asimismo, establece que “las personas que se encuentren en condición de asilo o refugio gozarán de la protección especial que garantice el pleno ejercicio de sus derechos”.
Referente
¿Pero, por qué se considera a Ecuador como un referente en la protección de refugiados a nivel mundial? Si bien, el impacto del conflicto armado colombiano, uno de los más antiguos en el mundo y que se extiende por casi cinco décadas, ha tenido impacto en la región, pues hay colombianos refugiados en Argentina, Uruguay, Brasil, Venezuela, Costa Rica y Panamá, es Ecuador es el país que ha reconocido el estatus de refugiado a una mayor cantidad de población, destaca Sonia Aguilar, oficial de Información Pública de la ACNUR en Quito.
“Ecuador ha dado una respuesta afectiva a esas personas, reconociendo sus situación, dándole una serie de derechos, dándoles un documento, y eso es algo importante porque hoy en día vemos en un contexto internacional donde hay tanto debate sobre de hasta qué punto los países deben acoger a las personas, hasta qué punto deben dar derechos; el hecho de que Ecuador reconozca en su Constitución, por ejemplo, el derecho a buscar el refugio en un país que no es el tuyo, el derecho a la movilidad humana, que esas personas tengan el mismo derecho que el resto de ecuatorianos, es algo que debe ser un referente y debe ser destacado”, dijo Aguilar.
Efectivamente, Ecuador, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, impulsa una política migratoria que se enmarca en el respeto a los derechos humanos, seguridad integral, inclusión, integración y desarrollo, coherencia y corresponsabilidad migratoria, integración social e intercultural y el ejercicio responsable de la ciudadanía, informó el Viceministerio de Movilidad Humana, ente adscrito a la Cancillería.
“Ecuador puede ser un referente para todos aquellos países que ven con miedo o con suspicacia la llegada de personas de fuera. Las personas refugiadas son personas que viven, obviamente, circunstancias excepcionales en su vida, pero son personas que tienen su experiencia, que tienen sus capacidades, que pueden trabajar, que tienen su riqueza cultural y, el verlas como personas que pueden aportar al país, también en su desarrollo, es algo que quizá otros países no han querido ver todavía”, remarcó la vocera de la ACNUR, Sonia Aguilar.
Ella menciona que Ecuador ha aprovechado también la riqueza que traen los refugiados. “Porque el darles la oportunidad de que trabajen, de que se incorporen al sistema educativo, de que construyan una vida, al final es generar también una riqueza en el propio país y esto puede ser, yo creo, un ejemplo para esos países que ven todavía con miedo, que están estableciendo trabas, que ponen muros para que la gente no llegue”, apostilló.
La integración económica de la población colombiana en situación de refugio se lleva a cabo, mayoritariamente, a través del empleo en comercio y servicios, y en la ejecución de actividades informales, de acuerdo al estudio “Refugiados Urbanos en Ecuador”, elaborado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
Las áreas en las que se desempeñan son como trabajadores de servicios: peluqueros, vendedores de comercio y mercados, trabajadores no calificados (vendedores ambulantes y personal doméstico), operarios, operarios, artesanos, panaderos y otros oficios, técnicos profesionales del nivel medio.
Crisis migratoria en Europa
La llegada a la UE en 2015 de más de un millón de migrantes que huyen de las guerras desestabiliza al bloque, que pasó de tener una política de brazos abiertos a cerrar sus fronteras. La gran mayoría de los que aspiran a obtener asilo en la UE llegan a las islas griegas desde Turquía, que se convirtió el último año en el principal país de paso de los emigrantes. Bruselas selló con Ankara un «plan de acción» para frenar las llegadas, que totalizan en Grecia en lo que va del año 2016 más de 84.000, según la Organización Internacional para las Migración. En este tiempo, unas 400 personas se han ahogado en el mar Egeo.
“Esta es una crisis inmensa, que los estados todavía no han sido capaces de responder a ella, la referencia de Ecuador, de cómo está respondiendo a esta situación, es distinta. De alguna manera Ecuador ha ido acogiendo a una población que ha ido llegando casi gota a gota. Durante casi quince años la población ha ido llegando en un flujo continuado que hoy en día se mantiene”, mencionó la vocera de la ACNUR.
Ecuador ha mostrado su profunda preocupación por la masiva llegada de personas solicitantes de protección internacional a la Unión Europea y las políticas migratorias implementadas por los países del bloque que criminalizan a las personas en movilidad que se han visto a buscar refugio y protección en otros lugares, dijo la viceministra Landázuri.
Se considera que las medidas adoptadas por la UE reflejan la escasa cooperación y responsabilidad para afrontar la crisis humanitaria.
Según un estudio realizado en 2012, la mayoría de refugiados destaca la tranquilidad de vivir en Ecuador. / ACNUR
Los retos
Los derechos que Ecuador otorga a las personas solicitantes de refugio implican a la vez retos. Por ejemplo, el acceso a un procedimiento de refugio que contemple traducción, orientación legal en su lengua de origen, aspectos en los que la ACNUR brinda apoyo al Estado ecuatoriano, dijo Aguilar.
Otros retos, añadió, tienen que ver con la dispersión de la población solicitante de refugio o con estatus de refugiado, por el desconocimiento de sus derechos o de los proveedores de servicios básicos tanto públicos como privados (en el caso de entidades bancarias en las que los refugiados requieren abrir cuentas).
¿Dónde están?
La mayoría de personas con estatus de refugiados se encuentran en la capital ecuatoriana, Quito (42%), le sigue Esmeraldas, capital de la provincia homónima, fronteriza con Colombia (18%), Lago Agrio, también en el cordón fronterizo (14%), San Lorenzo (9%), Guayaquil (7%), Santo Domingo 4%), Cuenca 3% y Tulcán (3%).