Líbano, al igual que Palestina, es un país muy rico; sin embargo, sus líderes políticos no parecen ponerse de acuerdo consigo mismos. La división existente entre comunidades que, a veces se relacionan y a veces se enfrentan, no es algo necesariamente malo si se piensa en términos de unas comunidades humanas saludables como un ecosistema saludable diverso (varias especies en competencia, conflictos y cooperación ocasional). Su suelo es fértil para la innovación y Líbano tiene muchas personas innovadoras e inteligentes.
Por ejemplo (entre muchos otros), conocí a brillantes investigadores y profesores, como el Dr. Mounir (mamíferos), Dr. Dany Azar (Paleontología), Dr.Efat Abu-Fakhr (Protección de cultivos y Entomología) y muchos más. Así como en Palestina, necesitamos reunir a toda esa gente brillante por medio de redes para ayudar de mejor manera al crecimiento del talento joven y la promoción de una a colaboración que tenga una competencia saludable en vez de una destructiva.
El lema de nuestro museo es Respeto (para nosotros mismos, para los demás y para la naturaleza). Conocí a muy buenos libaneses y Palestinos que tienen ese respeto y que además son capaces de lograr un impacto positivo en sus sociedades y en las nuestras. Al colaborar, ellos construyen su carácter y logran una carrera exitosa. Al dedicarnos a cosas más grandes en vez de nosotros mismos, nosotros también obtenemos crecimiento personal y éxito. El ser egoísta y egocéntrico no nos deja crecer. Cualquier persona que esté cerca de la muerte puede hablarles de aquello de lo que más se arrepienten y sobre lo que aprecian en la vida, y nunca le dirán que querrían haber tenido más dinero o haber comido mucho más o tener una casa más grande; sino que ellos desearán haber dado más de sí mismos y haber cuidado a los demás. Me siento inspirado y motivado por esta visita.
Extracto del blog Popular Resistance del activista Mazin Qumsiyeh. Para leer el artículo completo vea:
http://popular-resistance.blogspot.hk/2016/01/lebanon-encounter.html
Traducido al español por: Andrea Lissette Armijos Ango