Kabul, capital afgana, acoge una reunión cuadripartida de representantes de Afganistán, Paquistán, EE.UU. y China, para intentar fijar una fecha para una reunión entre el Gobierno afgano y Talibán.
Los participantes en el evento buscan allanar el camino para la reanudación de las primeras conversaciones directas de paz con el grupo insurgente Talibán desde la ruptura del anterior proceso de diálogo en 2015, debido a la muerte del líder y fundador de la banda armada, Mulá Omar.
Una cita anterior a cuatro bandas celebrada en enero del año en curso en Islamabad, capital paquistaní, decidió comenzar los diálogos de paz con los talibanes a finales de febrero.
En su intervención en la apertura de la reunión de este martes en Kabul, el canciller afgano, Salahuddin Rabani, ha invitado a Talibán a sentarse a la mesa de diálogo con el Gobierno afgano y ha afirmado que en esta jornada los participantes tratarán de preparar el camino para que las reuniones directas comiencen pronto.
«Queremos que este grupo decida los detalles de las conversaciones entre el Gobierno afgano y Talibán a finales de febrero», ha afirmado Rabani.
Para realizar los preparativos de la reunión de este martes en Kabul, el jefe del Ejército paquistaní, el general Rahil Sharif, viajó el lunes a Catar, país donde el grupo Talibán tiene una oficina de representación política.
El llamamiento del Gobierno afgano para el reinicio de los diálogos de paz vienen mientras que el grupo Talibán, aún no ha rechazado ni aceptado participar en las conversaciones.
Previamente el nuevo jefe de Talibán, Mulá Ajtar Mohamad Mansur, ofreció una serie de condiciones para entrar en los diálogos, entre ellos la retirada de todas las fuerzas extranjeras desplegadas en Afganistán desde hace más de una década.
El grupo insurgente ha incrementado sus ataques contra las fuerzas de seguridad y civiles en todo Afganistán, hecho que ha provocado una frágil situación de seguridad.
Los talibanes asumieron el lunes la autoría de un ataque suicida contra una clínica de la provincia afgana de Parwan, al norte de la capital, Kabul, donde al menos 14 personas, entre ellas ocho civiles y seis policías, murieron, y otras 11 resultaron heridas.
Talibán dijo que el objetivo del ataque era un mando policial y alegó que los civiles fallecieron por los disparos de las fuerzas de seguridad.