La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ordenó al gobierno de Paraguay proteger al pueblo indígena Ayoreo-totobiegosode en la región del Chaco, zona de una extraordinaria biodiversidad donde habitan los últimos indígenas aislados de América fuera de la Amazonía.
La acción violenta de los terratenientes que aceleraron la destrucción de sus tierras y recursos hasta el punto de obligarles a salir del bosque, la gripe, el sarampión y una misteriosa enfermedad similar a la tuberculosis aumentan el riesgo de que esta comunidad sea exterminada ante la vista y paciencia de la comunidad nacional e internacional.
El área habitada por los Ayoreo-totobiegosode cuya extensión supera los 30 millones de hectáreas, posee la tasa de deforestación más elevada del mundo. Se calcula que en esta región se talan más de 14 millones de árboles cada mes.
Muchos de los terratenientes que han originado la destrucción del bosque son en su mayoría los menonitas y los paraguayos ricos quienes contratan equipos de trabajadores para talar el bosque de madera valiosa para luego poder introducir la ganadería.
Sin embargo, la firma brasileña Yaguareté Porã que planea talar la mayor parte de esta zona para crear pastos de ganado, es la mayor amenaza para los Ayoreo-totobiegosode. Esta empresa posee 78 mil hectáreas en el centro de su territorio que además está cerca a los indígenas aislados o no contactados.
Indígenas ayoreo
Los ayoreos viven en comunidades sedentarias en cabañas familiares, quienes perdieron sus tierras se han convertido en explotados trabajadores de las haciendas ganaderas. Los evangelizadores de la Misión Nuevas Tribus ejercen gran influencia en sus vidas diarias, y por esto, el ritual del asojna y muchos otros fueron suprimidos.
“Este pueblo indígena ha sufrido terriblemente durante las últimas décadas mientras su hogar estaba siendo destruido y ellos han sido forzados a un traumático cambio de vida que ha conducido, como ocurre tan a menudo, a una penosa tragedia y a la pérdida de vidas”, afirmó el director de Survival Intenational, el movimiento global por los derechos de los pueblos indígenas.
Además, Survival pudo recoger el testimonio de un ayoreo quien afirma que sus parientes que salieron en el 2004 lo hicieron por presión de los ganaderos y porque no tenían tranquilidad y de volver a oír el ruido de las tapadoras se esconderían en lugares donde incluso no habría alimentos.
“Queremos seguir usando el monte y que no se moleste a nuestros hermanos de los bosques”, finalizó.
En el siguiente vídeo grabado por Survival International, se puede apreciar el testimonio de un indigena sobre las nefastas consecuencias del arrebato de sus territorios de las que son víctimas.