Con motivo del Día Internacional de la Paz tuvo lugar en Madrid el pasado sábado, entre muchas otras celebraciones, un acto en la Plaza de Callao convocado por el Movimiento por la no violencia ME DECLARO EN PAZ. En el mismo, hubo diversas intervenciones denunciando las guerras y la violencia en sus diferentes «caras». Fue un acto en el que se aprovechó para definir la diferencia entre la paz -como posición frente a la guerra- y la no violencia -como posición clara en contra de cualquier manifestación de violencia, como actitud frente a la vida y como fuerza moral-.
«Desde la plataforma Me Declaro en Paz hemos venido hoy aquí no solo para recordar a Gandhi, sino para visibilizar a todos aquellos que consideramos que la noviolencia es el siguiente paso que debe dar la humanidad«, con estas palabras comenzaba el acto.
Y se reconocía la situación actual pero también la esperanza de un futuro distinto, al decir: «A pesar de que la violencia de todo tipo ha extendido sus redes por el planeta provocando guerras, condenando a la pobreza a cientos de millones de personas, forzando éxodos masivos, controlando las conciencias, fomentando el miedo, el rencor y la discriminación entre las personas, cerrando el futuro sobre todo a los jóvenes, etc. A pesar de esto, nosotros declaramos nuestra fe en la grandeza del Ser Humano y en su posibilidad de cambiar la dirección de los acontecimientos. Y decimos que las voces de la violencia dejarán de existir cuando ya no sean escuchadas…
… El futuro del ser humano no está escrito. Así que en nuestras manos queda construirnos a nosotros mismos como seres noviolentos y transformadores del mundo en esa dirección…»
Hablaron posteriormente representantes de distintos colectivos que conforman este movimiento, Centro Baha’is, Partido Humanista, defensores de derechos humanos, Comunidades del Mensaje de Silo, Plataforma por Yemen…
En el acto, también se denunció la detención de Milagro Sala -indígena argentina, lider de la organización autogestionada Tupac Amaru-, detenida a los pocos días de llegar al poder Macri y cuyo único delito ha sido abrir el futuro de miles de personas de modo noviolento.
Las intervenciones finalizaron con un pedido, que reproducimos, antes de que la joven cantautora Carmen Mas cerrara el acto con su música.
Pedido
«Estamos aquí y ahora, celebrando el Día de la Paz, como tantos días que se celebran para llamar la atención sobre un problema no resuelto.
Hacemos un recorrido por las miles de imágenes que pueblan nuestra memoria:
– Imágenes de muertos y amputados por las guerras,
– Imágenes de refugiados, tratados como apestados, condenados a vagar en condiciones infrahumanas,
– Imágenes de hambrunas que afectan a millones y millones de seres humanos, en continentes enteros expoliados por los llamados países ricos,
– Imágenes de mujeres asesinadas a manos de hombres que se sienten sus dueños,
– Imágenes de detenidos, torturados, masacrados o vilipendiados por manifestar ideas diferentes al pensamiento único de cada lugar,
– Imágenes de jóvenes víctimas de las drogas y el alcohol,
– Imágenes de familiares, amigos… seres muy queridos, que han terminado suicidándose por verse viviendo en la calle, despojados de sus hogares,
– Imágenes de rostros tristes o adormecidos entregados a la locura de este sistema, que niega que la vida humana tenga sentido…
Tenemos todas esas imágenes que llevamos adentro de nosotros, sí… pero … ante las cuales nos rebelamos.
Nos rebelamos frente al horror y…
Exigimos que los bienes y los avances científicos y tecnológicos, producto del trabajo de miles de generaciones, sean devueltos a toda la población, poniendo las condiciones para que la humanidad entera tenga asegurada comida, vivienda, educación, sanidad… tenga derecho a una vida digna, tenga derecho a vivir en paz.
¡No dejaremos nuestra vida en manos de los violentos!.
Y desde esa rebelión… Os propongo ahora que me acompañéis en un pedido valiente:
Llevemos aire a nuestro corazón y así, en contacto con lo mejor que hay en cada uno de nosotros, pidamos, pidamos con fuerza y fe profunda en el futuro… pidamos por nosotros y por quienes nos rodean… y extendamos ese pedido a toda la Humanidad…
Pidamos para que tomemos conciencia de que es posible, y de que nos merecemos un planeta hermanado, en paz y no violento.
Pidamos e imaginemos ese futuro que anhelamos y que espera a ser construido entre todos.
Para cada uno de vosotros y vosotras PAZ, FUERZA Y ALEGRÍA»