Los candidatos opositores en Haití urgieron la formación de un gobierno de transición para poner fin a la crisis política que atraviesa el país.
Mediante un comunicado publicado el lunes, el bloque conocido como el Grupo de los Ocho (G-8), pidió que se estableciera un gobierno interino, presidido por el presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) tras la salida del poder del actual mandatario Michel Martelly el próximo 7 de febrero.
El nuevo jefe de Estado tendría que elegir al primer ministro y el gabinete y formar una comisión independiente para investigar el presunto fraude electoral que la oposición alega surgió en la primera ronda de las elecciones presidenciales, celebradas el 25 de octubre.
Además, debe fijar una nueva fecha para celebrar la segunda vuelta de los comicios, aplazada hasta hora por la inestabilidad política que sufre Haití por las violentas protestas.
“Coordinar con las autoridades locales, cumplir los compromisos internacionales de Haití y luchar contra la corrupción en todas sus formas” son otras responsabilidades de este Gobierno provisional, reza la misiva.
Para calmar la situación en el país, los candidatos opositores consideraron necesario adoptar medidas a favor de todas las masas populares.
En este contexto, los ministros haitianos decidieron medidas que se aplicarán para suministrar la seguridad del pueblo, amenazada por las consecutivas manifestaciones en el país.
Dicho evento, inicialmente, estaba previsto celebrarse el 27 de diciembre de 2015, pero se postergaron una vez el pasado 21 de diciembre y otra el viernes cuando el Consejo Electoral Provisional (CEP) optó por posponer nuevamente la segunda vuelta de los comicios, prevista para el 24 de enero.
Durante los últimos años, el empobrecido país caribeño ha vivido una crisis política entre el poder Ejecutivo y la oposición. Y las elecciones legislativas, municipales y locales presentan más de tres años de retraso.