Comunicado de la Presidencia del Archivo Nacional para la Memoria frente a la posible intervención por parte del gobierno de Mauricio Macri.
Desde el Archivo Nacional para la Memoria vemos con preocupación la intención del gobierno de Macri de desconocer el nombramiento de Horacio Pietragalla Corti como presidente del mismo.
El Archivo Nacional de la Memoria es un ente desconcentrado que tiene como función preservar, conservar y difundir informaciones, testimonios y documentos sobre las violaciones a los derechos humanos realizadas por el Estado Argentino. El nieto restituido Horacio Pietragalla Corti, integrante de Abuelas de Plaza de Mayo, fue nombrado como presidente del ANM el pasado 6 de diciembre, luego de que venciera el cargo de su antecesor, el dr. Ramón Torres Molina. Tal como establece el decreto que dio creación al Archivo, el cargo es nombrado por el Presidente de la Nación y su duración es de 4 años.
La intención de avanzar con la intervención del Archivo, comunicada a los organismos de Derechos Humanos por el Secretario de Derechos Humanos Claudio Avruj en el día de ayer, reafirma la intención del PRO de pisotear las instituciones por fuera de la legalidad. Pero además, representa un fuerte retroceso en nuestra historia: la presidencia del ANM fue, desde su creación, consensuada con los organismos de Derechos Humanos, que a lo largo de todos estos años fueron quienes construyeron sus cimientos. El ANM tiene sus orígenes en aquellos datos que fueran presentados a las autoridades nacionales e internacionales por los familiares de las víctimas del terrorismo de Estado: listados de personas desaparecidas o prisioneras y luego aparecidas en campos de concentración que habían sido elaborados por grupos de familiares de las víctimas o por sobrevivientes, que luego conformaron lo que hoy conocemos como organismos de Derechos Humanos. Una vez restablecida la democracia y con la creación de la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (CoNadeP), los organismos, las víctimas y los familiares de las mismas fueron invitados a alcanzar toda la información de la que disponían.
Esta información fue luego elevada a la justicia y pasó a conformar los legajos de denuncias, o legajos CoNadeP. Desde ese momento, toda la documentación recolectada sirvió de insumo para todas las causas judiciales que se impulsaron en nuestro país, gracias a la incansable lucha de los organismos de Derechos Humanos.
En el año 2003, el Presidente Néstor Kirchner, además de impulsar la reapertura de los juicios y el fin de la impunidad que había caracterizado los años 90, creó el Archivo Nacional de la Memoria con el objetivo de resguardar toda aquella información.
El decreto de creación del ANM otorga el carácter intangible al material testimonial, documental e informativo que integra el archivo, donde cada elemento de este patrimonio aporta información auténtica, única e irremplazable para la construcción de las memorias. Parte de este acervo documental se creó a partir de los relatos, resistencias y vivencias de las víctimas y sus familiares, contiene información sensible y que pertenece al fuero más íntimo de los sobrevivientes.
Entre las funciones que cumple el Archivo se encuentra además la de contestar los oficios y pedidos de informes provenientes del Poder Judicial y de distintas dependencias del Poder Ejecutivo, acerca de los eventuales antecedentes por violaciones a los derechos humanos del personal de las fuerzas de seguridad estatales y privadas. El ANM cumplió también un rol fundamental en cuanto a la recopilación de información para las investigaciones sobre los delitos económicos y las responsabilidades civiles durante la última dictadura.
Los organismos de DDHH fueron y son parte imprescindible en este entramado, conformación y crecimiento del acervo documental, por lo que su conexión tanto con el material como con el espacio que los alberga es fundamental, le da sentido, acompaña y ayuda a su supervivencia en el tiempo. Los organismos son el contralor con el Estado para la salvaguarda de la memoria colectiva en relación a nuestra historia más reciente, a través de los documentos escritos, testimonios orales, fotografías que las víctimas fueron acercando al ANM con el fin de que sean guardados, depositando una confianza que es intransferible a un gobierno que asume en el marco de un proyecto sostenido por los mismos grupos económicos que se beneficiaron con la última dictadura cívico – militar.
Es por esto que vemos con suma preocupación el desconocimiento de nuestra historia de lucha, memoria y búsqueda de justicia por parte del gobierno de Macri.