El día martes 19 de enero, las oficinas de Espacio No Violento, en la ciudad de Quito, fueron el escenario perfecto para realizar el I Conversatorio del Partido Humanista Internacional (PHI), a cargo de Wilfredo Alfsen (Chile), Tony Robinson (Reino Unido), Remigio Chilaule (Mozambique) y William Tipán (Ecuador).
Luego de las palabras de bienvenida por parte William Tipán, tuvimos la oportunidad de conocer un poco a los asistentes a través de una breve presentación de cada uno y hay que destacar la diversidad de los mismos (un estudiante de Literatura que cree en el Humanismo gracias a las enseñanzas maternas; una estudiante de gastronomía buscando alternativas de cambio social; un dirigente político que quiere ideas mejores de propuestas; estudiantes de Comunicación Social que no encajan en el modelo clásico de política, etc.), ya que ese es el principio del Movimiento Humanista, tal y como lo manifestó Wilfredo Alfsen, Secretario General del PHI: “La diversidad es importante porque ayuda a encontrar puntos en común”. Y esta reflexión nace de la experiencia que él ha vivido dentro del movimiento, mismo que nace en 1969 de la mano de Mario Luis Rodríguez Cobos, mejor conocido como Silo; y que ha ido creciendo gracias al compromiso de personas como Wilfredo, que hace hincapié en que la filosofía Humanista es especial porque nace en América del Sur, un punto del planeta que siempre ha adoptado ideologías y credos desde fuera; ahora hay un pensamiento que América latina le entrega al mundo.
Nos explica que el Humanismo surge como una propuesta de transformación personal que nos llevará a la transformación social, a terminar con la violencia, a cambiar el esquema de un mundo que es bueno para unos pocos y no para todos. Se tiene el propósito de sensibilizar la política, sobretodo en este tiempo en el que el anti humanismo está globalizado, así que se deben buscar respuestas en las diferentes experiencias de las personas y con esto lograr difundir el ideal del Humanismo.
A pesar de llamarse “Partido Humanista”, queda claro que su fin, no es tener poder sino humanizar la tierra y erradicar toda forma de violencia. Ve como algo positivo que otros partidos políticos están influenciados por la corriente Humanista; aunque Tony Robinson, activista y ex candidato del partido, deja claro que, si lograran entrar a cargos fuertes en la política, lo tomarían como una plataforma para cambiar el sistema en lo que se pueda y difundir la filosofía Humanista más, y no como un medio de beneficio personal.
Tanto Alfsen como Robinson dejan claro que su fuerza radica en no depender de nadie, para ser activista y hacer política, no se necesita auspicio económico porque eso sería terminar complaciendo al auspiciante, se caería en la espiral en la que no han podido evitar caer los gobiernos progresistas actuales; en este caso, Wilfredo, nos da el ejemplo de Chile, donde hablar de izquierda o derecha es un absurdo, donde se ha convertido al país en el mejor alumno de un sistema inhumano; y en general, vemos que ningún gobierno toca a profundidad a la banca o a los medios.
El ideal del Partido Humanista es que las personas dejen de contaminar su entorno, haciendo cambios personales, cambios espirituales porque a través de eso todas las clases sociales son manipuladas, olvidar la búsqueda de tener un jefe o mesías que perpetúe su poder por medio de sus hijos y que la gente, a pesar de estar inconforme, los siga votando; el trabajo se basa en la incertidumbre del futuro de las nuevas generaciones, en que debemos transmitirles que nada vale tanto la pena como para acabar con otro ser humano.
La Comunicación es otro pilar para la corriente Humanista, tal como lo explica Tony Robinson, a través de un ejercicio de reflexión, en el que debemos evocar internamente un momento malo y un momento bueno de nuestras vidas, y analizar: ¿Cómo era nuestra comunicación con el resto de personas? ¿Cómo estaba nuestra fe de cambio? ¿Cómo era nuestra visión del futuro?
Entonces veremos que: La Comunicación es una herramienta básica, que debemos tener la fe de cambiar el futuro y construirnos una imagen positiva del mismo. También debemos derribar los mitos en nuestras cabezas de que $1.00 en el banco, mañana se convertirá en $1.02, por arte de magia; el bienestar económico solo se logra con nuevas propuestas, nuevos modelos y nuevos sistemas sociales.
En países como: Chile, Brasil, Bélgica, España y algunos en África, donde el Movimiento Humanista ya tiene sus bases, se ve que es posible alcanzar lo expuesto por Wilfredo Alfsen y Tony Robinson; y como muestra tenemos el trabajo que viene realizando Remigio Chilaule, arquitecto y activista del Movimiento Humanista, quien, en conjunto con otras personas, abrió una oficina parecida a Espacio No Violento en Mozambique y cuya meta es candidatizarse en el 2018 para así masificar los principios del Humanismo.
William Tipan, activista del Partido Humanista en Ecuador, tiene claro que el eje central debe ser el ser humano, quien debe tener libertad de opción, sin discriminación y no solo ver o esperar avances en los gobiernos, sino aportar de manera activa; considera que debemos erradicar a la violencia como un medio de conseguir las cosas, sino que se debe hacer trabajo sostenido con la gente, ser base de la mesa para empezar a construir. William cree que, más importante que ganar, es influir para que el trabajo traiga un cambio social, más allá de lo económico, en las condiciones que debe tener un empleado.
Y a la interrogante de ciertos presentes, sobre por qué el Movimiento Humanista, a pesar de llevar varios años de trabajo, no tiene gran popularidad, el responde que: “No se comercializa”.
Tanto William como Tony, explican que los medios de comunicación no le dan la importancia que merece la propuesta del ser humano sobre el capital, es un tema que no “vende” y en este punto recalcan la labor de Pressenza como el único medio que es una casa abierta al Humanismo.
Wilfredo, Tony, Remigio y William muestran la satisfacción que les produce el aportar en este proyecto nuevo, para Ecuador, que la principal causa de no estar en el poder es porque hacen lo que les gusta; por esa razón, son bienvenidas todas las personas que quieran construir un mejor futuro basado en la no violencia.
Este ameno conversatorio se cierra con una reflexión interesante de Wilfredo Alfsen: “El Humanismo no es Humanitarismo, porque el segundo es un negocio”
Blanca Rossana Ayabaca Cedeño.