Estamos acostumbrados a escuchar el violonchelo en un teatro o en una sala de conciertos o en un auditorio, o tal vez en diferentes lugares solo en ocasiones especiales. Pero la realidad a veces puede ir más allá de la imaginación, y cuando algo así sucede, especialmente si exalta lo positivo y la grandeza de los sentimientos humanos, no puede uno dejar de emocionarse y pensar que, tarde o temprano, el corazón triunfará en la lucha diaria contra la deshumanización y la crueldad del hombre.
Y esta es la historia de Karim Wasfi, violonchelista y director de la Orquesta Sinfónica Nacional de Irak que, en colaboración con la poetisa iraquí y activista de los derechos humanos, Amal Al-Jubouri, decidió hace mucho tiempo contraponer la música y su violonchelo frente a las bombas de ISIS que producen devastación con frecuencia en Bagdad. Ya sucedió en al menos siete ataques de coches bomba durante el año pasado.
En estas circunstancias dramáticas, Karim no pierde el ánimo; por el contrario, visitaba los lugares afectados y entre los escombros y desechos sacaba el violonchelo de su caja y comenzaba a tocar.
Karim Wasfi es el fundador del Centro para la Creatividad – Paz a través del Arte (Karim Wasfi Center For Creativity – Peace Through Arts), cuyo mantra es «nuestra música es un puente para la paz» (Our Music is a Bridge for Peace).
Tuvimos la oportunidad de contactarlo para hacerle algunas preguntas.
Pero primero, den un vistazo a uno de los de vídeos, cortesía de Soutuna TV, grabado por Amal Al-Jubouri.
Desde hace algún tiempo, en Bagdad, empezó a tocar el violonchelo luego de algunos atentados reivindicados por ISIS. ¿Cuál es el significado de su iniciativa?
El sentido de lo que hice y que sigo haciendo es la intención de contraponer a la muerte con la vida. Desafiar la brutalidad con la belleza, para crear un equilibrio entre lo feo y lo bello. Para mí es un acto de proactividad.
¿Cuáles fueron las reacciones de las personas en torno a este dramático contexto?
La gente ha reaccionado muy positivamente. Ha mostrado afecto, calidez y comprensión. Me he sentido acogido y comprendido.
¿Cuál es su percepción de ISIS y los diferentes actores internacionales, que, desde hace años, están jugando un papel importante en todo esto?
No deseo caer y no voy a caer en la trampa de la intimidación de ISIS, como lo hicieron los gobiernos que reaccionaron a su brutalidad. Es un error.
¿Qué es lo que piensa y siente la gente de Bagdad sobre las actuales condiciones de vida?
Seguramente las personas se preocupan por la tensión existente, pero están tratando de vivir de una manera proactiva y hacer frente a la actual situación de la manera más normal posible. La vida en Bagdad puede ser muy estresante e incierta, pero trato de vivir con la certeza a través de la bondad y el deseo de mejorar.
Después de los ataques de coches bomba, has tocado durante horas. ¿Cuál es tu repertorio? ¿Cómo eliges qué temas tocar?
Mi repertorio es esencial y deliberadamente improvisado con el fin de crear una atmósfera transparente y una reacción inmediata que puede ser la más pura posible.
El sonido de la música y el sonido de las bombas son una de las mayores contradicciones de la vida diaria en Irak. Por un lado, la vida y la creatividad; y por la otra, la muerte y la destrucción. ¿Cuál es tu opinión sobre el futuro del país?
El futuro de Irak es incierto y vago, pero creo en la motivación, la inspiración y en el poder de la voluntad. Irak puede prosperar si la gente decide respetar el sentido de la civilización y la integración, que ya se están aplicando.
En tu opinión, ¿puede la música, las otras expresiones del arte y todos los actos de no violencia representar formas de detener las guerras y los conflictos entre los países, los pueblos, las religiones?
Sí, los considero como un «poder blando». Elegí la música porque su sonido es el sentido de la creación. Para mí, el sonido se crea a través de las vibraciones. La música es una forma de crear imágenes, recuerdos, predicciones, e incluso la integración.
Para terminar, te pediríamos tocar un tema ahora, para nosotros. ¿Qué te gustaría hacernos escuchar?
Tocaré el Ave María.