Por Lucía Asué Mbomío Rubio
Tú no eres negro/a, no vives como un negro/a, no te comportas como un/a negro/a o, a la inversa, te comportas como un/a blanco/a, vives como un/a blanco/a…
¿Alguna vez habéis escuchado algo así ?
¿Qué opinión os merecen estas expresiones?
¿Acaso existe un comportamiento de negro/a? ¿Todas las personas negras, blancas, gitanas, etc… que conocéis se comportan igual?
Bajo mi punto de vista asumir cualquier encasillamiento, significa sucumbir al estereotipo que nos han impuesto de manera exógena y que hemos aceptado, implica darse por vencido/a ante lo que una parte de la sociedad espera de ti y también una autolimitación.
Mi posición es que, por suerte, en el seno de la comunidad afrodescendiente, al igual que en cualquier otra, existe un discurso polifónico y heterogéneo. Mi lucha no radica en convencer a otro/a negro/a de que piense como yo por el hecho de compartir color o en condenarle en caso de que no lo haga, sino en visibilizar todas las voces existentes para dar cuenta de nuestra diversidad, para debatir, aprender y, por supuesto, para ser oídos en nuestras múltiples reivindicaciones.
Porque sí, aunque no esté de acuerdo, un/a negro/a puede pensar que no hay racismo en su país, que prefiere llevar su pelo alisado, gustarle la música negra o la copla, etc…
En algunos casos podríamos hablar de alienación, sin embargo, entre adultos/as no debemos exigir a nadie que tenga la misma opinión que nosotros/as, puesto que ésta parte de nuestra experiencia vital (única e intransferible) , sino argumentar, discutir sanamente y crecer escuchando al resto, adoptando la empatía que exigimos a los/as demás con nosotros/as.
Hemeroteca Afroféminas:
Charlie Hussey suscribiendo estereotipos