Los políticos rivales libios han firmado por fin un acuerdo para formar un gobierno de unidad nacional, con la mediación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El acuerdo se ha rubricado este jueves entre los legisladores de ambos parlamentos rivales libios, así como otras figuras políticas, en el centro turístico marroquí de Sjirat, pese a profundas discrepancias entre los dos parlamentos.
Mientras la ONU considera el acuerdo como “primer paso” hacia la paz en Libia, los presidentes de los dos parlamentos han advertido de que el acuerdo no tiene legitimidad y que los políticos que lo han firmado solo representan a sí mismos.
La ONU intenta salvar a Libia del caos político en el que se sumió tras la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011, preparando el terreno para el florecimiento de los terroristas takfiríes y los traficantes de personas.
“Esto es solamente el inicio de un largo viaje para Libia. La firma es el primer paso en el camino para volver a poner a Libia en su camino correcto”, ha aseverado el enviado de las Naciones Unidas para Libia, Martin Kobler.
Sin embargo, Kobler ha reconocido que todavía queda mucho para hacer, al mismo tiempo ha simpatizado con los opositores del acuerdo, diciendo que el gobierno de unidad debe abordar las preocupaciones de los que sienten ser marginados.
Los representantes de 17 países, en una reunión sobre Libia celebrada el domingo en Roma, capital italiana, pidieron el alto el fuego y exhortaran a los grupos políticos del país norteafricano a firmar el acuerdo de paz de la ONU.
Dicho acuerdo urge, entre otras medidas, la creación de un gobierno de unidad nacional dentro de 40 días y da un plazo a los libios hasta principios de febrero próximo para formar un consejo presidencial que nombre un gabinete y comience el proceso de mover el parlamento de Tobruk (este) a la ciudad norteña de Trípoli (capital).
Tras la intervención occidental en Libia en 2011, y el posterior vacío de poder creado con la caída del exdictador Muamar Gadafi, esta nación árabe se ha visto presa de la anarquía.
Los combates entre los cerca de 1700 grupos armados activos en Libia para controlar recursos y territorio han dejado al país en la ruina, y respecto a las víctimas, si incluimos los enfrentamientos para derrocar a Gadafi, se puede hablar de unos 30.000 muertos y 50.000 heridos.