Durante unas horas, la plaza de Callao de Madrid ha escuchado los artículos que componen la Declaración Universal de los Derechos Humanos, junto a la exigencia de que se cumplan, como primer paso hacia una sociedad más justa y no violenta.
Su articulado alude a un mundo que no habla del todo de un nuevo paradigma para un futuro ser humano pero… empecemos por cumplirla.