El vicepresidente del partido, Tomás Hirsch opina sobre la Ley Reservada del Cobre y el destino del 10% de las ventas para las Fuerzas Armadas, la falta de transparencia de esta institución con este dinero, frente a las necesidades que tiene la población.
La mayor riqueza de nuestro país, el cobre, a través de la Ley Reservada de este mineral, le otorga miles de millones de dólares a las Fuerzas Armadas (FF.AA), generando un tremendo daño al país cuando debiese estar destinados a las necesidades más urgentes de la población: salud, educación, vivienda y sobre todo a las pensiones de nuestros jubilados.
La empresa del cobre paga el 10% de impuestos sobre sus ventas a la institución militar, dinero que en el primer semestre del 2015 y según la propia información de Codelco, ascendía a 529 millones de dólares en función del 93% de lo vendido.
Esta Ley fue instaurada bajo el mandato de Carlos Ibañez del Campo, sufriendo modificaciones durante la Dictadura, y desde ahí hasta la fecha se mantiene prácticamente intacta. Como bien lo dice su nombre es reservada, por lo tanto ni siquiera sabemos todos los detalles en los que se ha modificado, puesto que fue publicada en una edición reservada del diario oficial. Insólito, totalmente fuera del sentido común.
El problema mayor que hay detrás es que no hay transparencia y no existe ningún tipo de fiscalización sobre esos dineros. Muestra de aquellos son los escándalos de los que nos hemos enterado en los últimos meses, en que se supo que parte de ese dinero se gastó en casinos de juegos y otras superficialidades, y tal vez en cuántas otras cosas más que no tenemos cómo saber. Pues es claro que ese tipo de secretismo termina generando situaciones de corrupción, como las que estamos conociendo hoy en día.
Es prioritario terminar con la Ley reservada del cobre y buscar un mecanismo vía presupuesto anual o plurianual para los gastos en Defensa, que por lo demás ojala sean los menores posible. Chile tiene que reducir su gasto militar.